MONOPOLIO PRODUCTIVO
Desde los inicios, el capitalismo ha mostrado una inherente tendencia a la concentración y a la acumulación. De la manufactura a la fábrica y de la empresa local a laempresa regional, nacional y finalmente multinacional. El verbo crecer es sinónimo de vivir en capitalismo. El crecimiento puede acelerarse mediante la centralización o expansión a base de absorciones decompetidores y las finanzas ofrecieron pronto una potente palanca para la concentración.
Ningún capitalista en su sano juicio desea más competencia en su negocio. Alcanzar una posición de monopolioes el sueño de todo capitalista y el señuelo que guía su actividad empresarial. Sin competidores hay menos riesgos, puedes poner el precio a voluntad y extraer superbeneficios (rentas de monopolio).Si no consigues el monopolio pero los operadores son pocos y su tamaño y poder es parecido, es mejor pactar precios (oligopolio) que embarcarse en una espiral o guerra de precios para aumentar laparte del pastel a costa de los colegas.
El monopolio y la concentración son el resultado lógico de la competencia y las crisis. La competencia capitalista puede plantearse como un proceso exponencialde concentración, una especie de selección natural en la que los más fuertes absorben o eliminan a los que tiran la toalla. Una vez conseguidas las posiciones de monopolio la competencia se extingue.El capitalismo monopolista empezó a manifestarse durante el último tercio del s. XIX y sobre todo a partir de la Larga Depresión de 1870-1896. En Alemania y en Estados Unidos aparecieron poderosasasociaciones de productores como los konzern alemanes (Krupp, Thyssen, etc.) y los trusts americanos (Morgan, Carnegie y Moore que en 1901 se fusionaron en la U.S. Steel Corporation). Hasta 1914 elavance del monopolio fue mucho menor en Inglaterra que en EEUU o en Alemania. A pesar de las peroratas librecambistas de los economistas y de alguna legislación anti-trust que quedó en nada, los...
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