monotonia

Monotonía

Tras la rutina del mañana
y la caminata matutina
puedo oír a la vecina
cantar una dulce melodía.
Esa dulce melodía,
maldiciendo a las cantinasrecordando a su marido
y llorando por su vida.
Pobre vecina,
su llanto ahogo su canto,
sus lágrimas su risa
y su mirada el llanto.
Mujerzuela desconsolada,pidiendo ayuda para su hermana,
tras la línea con un letrero
exponiendo sus pobres enredos.
Aquél niño, pobre y ñango,
pidiendo comida para un rato
y esa niñaarriba del carro
limpiando para su pobre hermano.
Después recordar mis penas
y caminar entre las cadenas,
veo sus problemas
como si fueran mi condena.Ahuyentando todos esos pensamientos
riendo entre mis adentros
y muy en el fondo llorando por mis recuerdos,
veo pasar a un policía persiguiendo su alimento.
La policíaentre las multas
cambiando favores por monedas,
escuchando lentamente las excusas
de los pobres y tristes automovilistas.
Suspirando y caminando
dejando atrásel pasado
viendo por el presente soñador
de un país de puros fallos
Llegar a la humildad de los suburbios,
el goteo y golpeteo proveniente de la cocinacaminar entre las penumbras,
para ver las noticias y sus negativas.
Ese amarillento y pestilente ver
dando lo mismo para alimentar el miedo
sin conocer lo hermosoque puede llegar a ser el porvenir.
Cuanto más tendré que aguantar
para poder ver limpia, a mi tierra natal,
sin ser menospreciados por clases
y mucho menos porincapaces.
Terminar con la rutina,
ver lo mismo cada día,
escuchar las mismas mentiras,
para esperar el siguiente día.





Autor:
Valeria Osuna Franco