Los postulados teóricos de Eisenstein encontrarían una perfecta materialización en su segunda película, El Acorazado Potemkin (1925). Si el texto recién leído ha sido entendido al menos comointroducción en el concepto del montaje de atracciones, entonces ver El Acorazado Potemkinresulta un verdadero espectáculo. Pues si bien en el texto de Eisenstein quedan algunos puntos inconclusos, estosson completados de manera práctica en la película. Por ejemplo, no queda claro si las atracciones serán utilizadas a cada minuto o sólo en determinadas secuencias de la película. Se podría decir que,para ser percibido, el montaje de atracciones requeriría de algunas secuencias sin atracciones. Dicho de otra forma: si la película busca producir el efecto de shok antes mencionado a través de dichaasociación de planos, entonces no puede estar montada sin una secuencia carente de atracciones con la cual pueda compararse. De otra forma, el espectador se acostumbraría a estar constantementeexpuesto al fenómeno de las atracciones y esta dejaría de ser percibida como una shok. Al ver El Acorazado Potemkin , el montaje de atracciones se percibe y justifica sólo pues posee secuencias sin elcarácter sorpresivo típicas de éste. Con su extremo (el montaje sin shok), las atracciones sirven a la película según el objetivo dispuesto por Eisenstein. Así por ejemplo, son evidentes las aplicacionesdel montaje de atracciones en la revuelta de los marinos en la cubierta durante la segunda parte (“Drama en el puerto de Tender”) y por supuesto en la cuarta parte, durante la tan citada y parodiadaescena en la escalera de Odessa. Otras secuencias en cambio, se muestran más tranquilas y el montaje no contiene evidentes muestras de atracciones.
Como vimos anteriormente, la teoría de Eisensteinlo conduciría por largos años a constantes divergencias con sus contemporáneos. Si bien algunas más o menos argumentadas, sería el propio Eisenstein quién se encargaría de seguir esclareciendo y...
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