monterroso

Bases de la documentación lingüística.
Versión inglesa editada por Jost Gippert, Nikolaus P. Himmelmann y Ulrike
Mosel. Versión en español coordinada por John B. Haviland y José Antonio Flores
Farfán. México: Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, 2007. 468 págs.

Rodrigo Romero Méndez
Seminario de Lenguas Indígenas
Instituto de Investigaciones Filológicas
Universidad Nacional Autónomade México
Más que ser un manual de técnicas de campo, Bases de la documentación lingüística ofrece un conjunto muy valioso de reflexiones sobre ese tema. La traducción
en español que nos ofrece el inali, gracias a la iniciativa de John B. Haviland, se
convierte en una referencia indispensable para quienes trabajamos con lenguas
indígenas, pero también para quienes estén involucradosdirectamente en la recolección y el manejo de datos lingüísticos en general (piénsese en estudios varia­
cionistas o de adquisición del lenguaje), e incluso para antropólogos o etnólogos
interesados en trabajar directamente con prácticas lingüísticas de una comunidad
dada, indígena o no.
La documentación lingüística no es una labor nueva: pensemos, por ejemplo,
en los cilindros recubiertos de fonógrafousados por Franz Boas para grabar audio
allá por 1930 en alguna de sus visitas a los kwakiutl (Ruby, 1980), mejor conocidos
ahora como kwakwaka’wakw. Bien que mal, la documentación lingüística ha
existido, en cierto sentido, desde que existen métodos para grabar audio y video.
Sin embargo, el reconocimiento de la documentación como un disciplina lingüística con derecho propio, con ciertosestándares de calidad y con reflexiones teóricas
que le son propias, sí es nuevo. El libro editado por Gippert, Himmelmann y Mosel
es una muestra de ello y nos ofrece una panorámica muy amplia sobre métodos de
recolección, manejo y almacenamiento de datos, aspectos gramaticales en relación
con la documentación, reflexiones sobre las relaciones entre el investigador y la
comunidad, entre otras. Elhecho de que sea una disciplina “nueva” se nota también
en dos temáticas que son tratadas directamente en el libro: la interrelación entre
documentación y la tecnología de la información, y el énfasis en relaciones de
mutua cooperación entre los investigadores y las comunidades.
Estudios de Lingüística Aplicada, año 27, número 49, julio 2009, pp. 167-173

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168  Reseñas

Cuando uno piensa en documentación lingüística quizá lo primero que viene
a la mente es la gran cantidad de lenguas que están en peligro de desaparecer. En
efecto, la documentación (y la descripción lingüística) es una de las posibles
respuestas ante la trágica pérdida de diversidad de lenguas que se vive en el
mundo entero. En el ámbito nacional, la documentaciónlingüística es una tarea
urgente con respecto a las lenguas indígenas de México, todas ellas, en mayor o
menor medida, en peligro de desaparición. Sin embargo, como los editores mencionan y uno mismo descubre en la lectura, la documentación lingüística es importante independientemente de este grave problema: se trata de imponer
estándares con respecto a las bases empíricas del estudio del lenguaje. Eneste
sentido, la necesidad de contar con datos verificables puede ser una contribución
muy importante de la documentación.
La gran variedad temática ofrecida en el libro cubre muchas de las áreas del
quehacer del lingüista que se dedica a trabajar directamente con datos. Además de
una introducción general sobre qué es la documentación lingüística en el capítulo
1 (escrito por Himmelmann),podemos encontrar las siguientes líneas temáticas:
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Manejo de datos lingüísticos en los capítulos 4 y 9, escritos por Peter Austin
y Eva Schultze-Berndt, respectivamente.
Aspectos gramaticales en los capítulos 6 y 12, escritos por John Haviland y
Ulrike Mosel, respectivamente.
Diseño ortográfico en el capítulo 11, escrito por Frank Seifart.
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