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Es todo cuestión de números…………………………………………….…………..……………2
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Es todo cuestión de números
La vida se encuentra en un estado de cambio continuo, esto se debe a las decisiones que vamos tomando a diario, constantemente se te abren varias puertas en las cuales tú vas eligiendo entrar o no, ¿qué si te dieranla oportunidad de reabrir una puerta, qué si tuvieras una segunda instancia?, ¿lo harías?
Supongamos que te encuentras en un programa de televisión: “En este concurso, el concursante escoge una puerta entre tres, y su premio consiste en lo que se encuentra detrás. Una de ellas oculta un coche, y tras las otras dos hay una cabra.”1. Al escoger cualquiera, tienes una oportunidad en tres dehaberle atinado, digamos un 33% de haber tomado la decisión correcta. Ésta es la parte en la que la persona simplemente escogería por intuición, ganar o perder sería ya cuestión de azar o suerte.
“Sin embargo, antes de abrirla, el presentador, que sabe dónde está el premio, abre una de las otras dos puertas y muestra que detrás de ella hay una cabra. Ahora, tiene el concursante una última oportunidadde cambiar la puerta escogida. ¿Debe mantener su elección original o escoger la otra puerta? ¿Hay alguna diferencia?”2
Sin darnos cuenta vivimos en un mundo medible en el que cada movimiento y paso que das es un factor de cambio en la probabilidad. Muchas personas tienden a irse por lo espiritual o por intuiciones: “Granberg y Brown (1995) reportaron una serie de estudios en base a la elecciónde la gente en el dilema. Como se esperaba, la gente mostró una propensa inclinación a quedarse con su decisión cuando deberían cambiar”3. En esta segunda parte del dilema son tres los factores que influyen en la gente en el momento de tomar una elección: el índice de miedo al cambio, a arriesgar; la desconfianza humana, y el mal uso de la probabilidad matemática.
El primero se refiere a latendencia que muestra la gente a aferrarse a lo conocido, mostrando cierto miedo a lo incógnito. En el dilema, el concursante, al ya haber escogido previamente una puerta, es ya propietario de lo que hay detrás, ya le pertenece. Éste suele conformarse con ese 33% y se cierra a la posibilidad de cambio: “Después de ser estudiado este dilema por Friedman, en una serie de experimentos de decisiones seha reportado un índice promedio de cambio de un 30%”4, mientras que el 70% decide conformarse. En la vida real podemos ver este fenómeno cientos de veces, por ejemplo: mi familia y yo solemos ir a Valle de Bravo muy seguido, siempre por el mismo camino. Hace dos años abrieron un nuevo tramo que, al parecer, es mejor; sin embargo, en el momento de tomar la carretera, el volante siempre acaba girandohacia la ruta de siempre. ¿Por qué? Por el miedo a lo que puede implicar este cambio: ¿Qué si nos perdemos? ¿Qué si no es mejor y ya perdí tiempo? Esa duda, ese “qué si” es el que tanto nos perjudica. ¿Qué si yo escogí la puerta correcta, la cambio y pierdo? Mejor me la quedo. La gente suele tenerle más miedo a perder algo que ya tenía que algo que nunca tuvo, ya que el dolor de perder algo quefue tuyo es más fuerte que la satisfacción de ganar algo nuevo.
El segundo factor es la desconfianza. El hombre es, por naturaleza, egoísta: “Está constituido psíquicamente de tal manera que siempre persigue la satisfacción de su propio interés.”5 Por lo tanto, el concursante suele creer que el productor le ofrece la opción de cambio para perjudicarlo. Siendo así, el concursante decide evadirésta y quedarse con lo que tiene: “lo seguro”. Y, tal vez, esta desconfianza tiene un respaldo mental lógico, porque el objetivo del conductor sí es que te vayas sin el premio, pero, al fin y al cabo, ¿qué puede hacer él? Sólo crea una falsa ilusión de conspiración mediante la que convence al concursante de quedarse con su puerta.
El tercer factor es el mal uso de la probabilidad matemática:...