Monólogo hombre
Verá usted, como además de ser chico era ya ciego, no me apartaba de mi madre ni para jugar, ni para comer. Sentábame en su regazo, y la comida me la ponía en la boca anunciándomeantes lo que iba yo a comer. Yo, claro, muy torpe por chiquillo y por ciego, derramaba la sopa, el agua, a veces mordía el aire equivocando las direcciones, y ella, supongo yo que lloraba, pero tanquedo que no me lo parecía, y le preguntaba que eran unas gotas tibias que sentía resbalar por mis cachetes…tardaba en responderme, y las gotas, dale que dale, mojándome la cara, hasta que a mí meinvadía una tristeza tan grande que dejaba de comer; y en mi media lengua, ¡lo recuerdo perfectamente! La interrogaba en forma, anhelando conocer algo más que su voz y sus lágrimas: “Dime mamacita, ¡dimecómo eres tú y cómo soy yo!”
Un día, mi madre me besó muchísimo, mucho más que de ordinario, y mudándome de limpio cargó conmigo. Sollozaba tanto que me asusté y me abracé a su cuello, en su hombroescondí mi cabeza y pegando mis labios a su oído le pregunté a dónde me llevaba: “Voy a llevarte a un colegio, para que aprendas varias cosas y para…” No pudo seguir, me abrazó más de lo que yo laabrazaba a ella, y su llanto, que ya no trató de disimular, me empapaba el rostro, y si viera usted, sentí lo mismo que si por dentro se me rompiera algo, una sensación desconocida de dolor y de miedo “¿Y noviviré junto a ti?”-pregunte aterrado –“No”-suspiro, -“pero iré a visitarte dos veces a la semana y te llevaré juguetes y dinero para que compres dulces…..”- “Entonces ya no me quieres”-le repuse- “yya no podré andar, ni comer porque careceré de tus manos y las mías no me sirven” Y también yo me eché a llorar, y a falta de ojos con que mirarla, yo besaba a mi madre, la respiraba comoun perrito para despedirme; me rogó que me callara.
-“Cállate por Dios criatura, que te oye la gente”- Y ella, se lo juro a usted, ¡ella lloraba más que yo! Anda y anda, al fin nos detuvimos en...
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