Mooth

(1819, Era Humana)
La jovialidad que se respiraba en Nuevo Día no era infundada. Hacía ya más de seiscientos años que los cuatro reinos vivían en paz. Una paz que se había logrado con almascampesinas, cuerpos famélicos y demacrados que el hambre había empujado a la guerra, porque así son las guerras, una dulce promesa de gloria y riquezas que tristemente y en escasa proporción ofrecía alcondenado dicha recompensa cuasi divina. Divina si tus bolsillos se presentaban roídos. Si pertenecías a la nobleza Amarí, o cualquier dinastía enana del reino Timbulsull, no era más que publicidad paraalistar en sus desdichas a frágiles mentes cuya debilidad les convertían en necios. Y no hay mayor capacidad militar como el oler la pobredumbre.
En este contexto nos encontramos festejando como doscivilizaciones juntaron fuerza y dignidad, ésta última no con menos esfuerzo, para contener las embestidas que la furia de los centauros profirieron contra los hombres. Pasaba ya el año 1000, iniciode la Era Enana, y en pleno apogeo de los humanos, los centauros hartos del caciquismo de los nobles Ateries, y principalmente porque se creían los dueños de Mooth, decidieron despertar a laoscuridad que antaño utilizaron para derrocar a sus homólogos norteños, aunque a un coste que solo el tiempo sabría calificar de desastre. Fue Güntg, la Coz de Hierro, jefe del clan Esterincon, quien selevantó para ofrecerle a su pueblo una vía libertaria, un camino que les condujera hacia la gloria que las guerras les había arrebatado. Y fue el mismo quien tuvo que responder por sus crímenes acabada yperdida ya la guerra. Es curioso como dos razas que lucharon juntas pudieron sacar conclusiones tan diversas a dicho final bélico. Si los hombres sentenciaron que Güntg no fue sino un descerebrado queinvocó magia tan antigua que estaba antes que los Dos Hermanos dieran formas y vida a la tierra, para los enanos este individuo fue el que invocó el poder suficiente para que pudiera nacer esta raza...