Moral-Persuasión-Juicio-Valor Ético

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Moral-Persuasión-Juicio-Valor Ético

Sobre las lecturas de “La dimensión moral del comunicar” de Pascuali Antonio, “El dilema ético de la persuasión: entre el engaño y el hechizo de la palabra” de Lorena Rojas Parma y “Las compañías que elegimos. Una ética de la ficción” de Wayne C. Booth, encontramos un coherente recorrido, que nos acerca a las necesarias reflexiones paraabordar el hecho artístico. Puntualizar el sentido moral, persuasivo y crítico en el hacedor y consumidor artístico, son claves para estar ante un pertinente camino a la hora de experimentar ese hecho artístico.
Es interesante cómo las lecturas nos llevan desde una discusión general a una más específica.
Comenzando con Antonio Pascuali, se desempolva el uso del término “moral”. Planteando paraesto, un acercamiento a las locuciones, en las acepciones que nos competen, recordando lo peligroso de la manipulación de la que ha sido objeto el lenguaje, que no ha hecho más que simplificarlo y quitarle valor a la expresión en sí.
Es importante identificar cuándo hay una perspectiva multicultural, porque en búsqueda ansiosa por la globalización, se ha ido perdiendo la especificidad cultural.Lo multicultural debe ser entendido, no sólo en su realidad geográfica independiente cada una de otra, sino como interdoctrinario, entendiendo que el camino es la interacción de las disciplinas y no hacer de ellas un revoltijo inconexo. Es pues, que la moral debe aprehenderse en un sentido amplio, tomar en cuenta su contexto y, a pesar de encontrar ideas universales de la misma en tantoencontramos conexiones, tener presente las diferencias.
Se comenta el carácter ético universalista, que reprueba el eclecticismo inconexo por la globalización forzada.
Se expone como ejemplo al “Sur”, víctima de los obstáculos para producir significativamente, dormido en el fácil acceso a los productos del “Norte”. Así, el referido “Sur” tiene la necesidad de construir nuevas formas de “comunicaciónuniversal”, donde también sean incluidos como objetivos de reflexión y referencia.
En el afán por esclarecer los términos, que podrían haber sido simplificado, el autor deja claro cuatro de ellos:
Deontología: como normas autoreguladoras, sin intromisión de juicios externos. Dejando la interrogante ¿se debe permitir que actividades de consecuencias sociales, sigan bajo códigos deontológicos?Trayendo al tapete temas de alcance mundial por lo novedoso, cómo la manipulación genética, las armas nucleares; por debérseles aún la reflexión moral universal (sin olvidar las especificidades), en búsqueda de las normas que las administren.
Moral: como normas en constante evolución, de un grupo determinado. En contraposición a la deontología, la moral existe siempre, consiente en inconscientemente.Entendiendo que debe ser regida por intemporales principios éticos.
Ética: como término en sí, es reflexión filosófica de la moral, sin fijarnos ninguna en concreto. Se plantea pues, tomar de la moral su necesidad ética y hablar de una “moral del comunicar”.
Protonorma: para una “moral del comunicar”, se precisa como normas prácticas e interculturales, y/o normas que aún no han sido aplicadas y sesuponen terapéuticas.
Se reflexiona sobre la época contemporánea sin una “moral del comunicar” definida, enunciada. Y de los peligros donde, por ejemplo, medios de comunicación, en tanto manejan los contenidos, otorgan a la política poder, sin normas que los rijan.
Es pues, que el tema de la persuasión concluye en las reflexiones llevadas por Pascuali, enlazando con el texto de Lorena RojasParma.
“Ciertamente, el fin del arte de la palabra será persuadir, esto es, que aceptemos o hagamos cosas voluntariamente lo que, de otra forma, quizá no admitiríamos. En algunas ocasiones lo bueno o lo que se debe no son suficientes para que actuemos a favor de lo que deberíamos hacer ni tampoco para persuadir a otros de que lo hagan.” Pág. 48.
Es pues, la persuasión, inherente en el arte de la...