Moravia, La Romana

Páginas: 557 (139134 palabras) Publicado: 17 de octubre de 2014
La Romana
Alberto Moravia

“Uso exclusivo Vitanet,
Biblioteca virtual 2006”

PRIMERA PARTE

CAPÍTULO I

A los dieciséis años, yo era una verdadera belleza. Mi rostro tenía un óvalo
perfecto, estrecho en las sienes y un poco a
ncho abajo, los ojos rasgados,
grandes y dulces, la nariz recta, en una sola línea con la frente, la boca grande
con los labios bellos, rojos y carnosos y,si me reía, mostraba unos dientes regulares y muy blancos. Mi madre solía decirme que parecía una virgen. Yo me
di cuenta de que me parecía a una actriz de cine, muy de moda entonces, y
empecé a peinarme igual que ella. Mi madre decía que, si mi cara era bonita, mi
cuerpo era cien veces más bello. Un cuerpo como el mío, según ella, no se encontraba en toda Roma. Pero entonces yo no me preocupabade mi cuerpo, me
parecía que toda la belleza estaba en la cara, pero hoy puedo afirmar que mi
madre tenía razón. Mis piernas eran firmes y derechas, las caderas redondas,
el tronco largo, estrecho en la cintura y ancho en los hombros. Tenía el vientre,
como siempre lo he tenido, un poco prominente, con el ombligo que casi no se
veía de tan hundido como estaba en la carne; pero mi madre decíaque eso era
más bonito aún, porque el vientre debe ser un poco salido, y no liso como hoy
se usa. También era prominente mi pecho, duro y alto, capaz de mantenerse
sin necesidad de sostén, y lo mismo que con el vientre, si me lamentaba de que
mi pecho era demasiado voluminoso, mi madre replicaba que era hermoso de
veras y que el pecho de las mujeres, hoy día, no vale nada. Desnuda, como seme hizo notar más tarde, aparecía corpulenta y llena, formada como una estatua, pero vestida parecía una muchachita menuda y nadie hubiera podido pensar que estaba hecha de aquel modo. Aquello dependía de la proporción de las
partes, como me dijo el pintor para el cual empecé a posar.

Fue mi madre quien me encontró aquel pintor. Antes de casarse y ser camisera, mi madre había sido modelo; unpintor había ido a encargarle unas camisas y ella, recordando su viejo oficio, le propuso hacerme posar.
La primera vez que fui a casa del pintor, mi madre se empeñó en acompañarme, por más que protesté de que podía perfectamente ir sola. Sentía vergüenza, no tanto por el hecho de tener que desnudarme ante un hombre por
primera vez en mi vida, como por las cosas que preveía que mi madre diríapara incitar al pintor a hacerme trabajar. Y, en efecto, después de haberme ayudado a quitarme el vestido por la cabeza y haberme dejado completamente
desnuda de pie en medio del estudio, mi madre empezó a decir acaloradamente al pintor: «Pero fíjese ¡qué pecho... qué caderas... fíjese en las piernas...!
¿Dónde encontraría usted un pecho, unas caderas, unas piernas como éstas?»
Y mientras decíaestas cosas me tocaba, como se hace con las bestias para
atraer a los compradores en el mercado. El pintor reía, yo me avergonzaba y,
como era invierno, sentía mucho frío. Pero comprendía que no había malicia en
mi madre y que ella estaba realmente orgullosa de mi belleza porque me había
traído al mundo y, si yo era hermosa, a ella se lo debía. También el pintor parecía comprender lossentimientos de mi madre y reía sin malicia, afectuosamente, de modo que pronto sentí confianza y, venciendo mi timidez, fui acercándome de puntillas a la estufa para calentarme.
Aquel pintor podía tener unos cuarenta años y era un hombre grueso, de aspecto alegre y pacífico. Yo sentía que él me miraba sin deseo, como un objeto,
y esto me producía una sensación de seguridad. Más tarde, cuando me conociómejor, me trató siempre con cortesía y respeto, no como a un objeto, sino como
a una persona. Experimenté pronto una gran simpatía por él y hasta hubiera
podido enamorarme por gratitud, sólo porque era tan educado y afectuoso

conmigo. Pero nunca me dio demasiadas familiaridades. Siempre me trataba
como pintor y no como hombre. Y nuestras relaciones siguieron siendo, durante
todo el...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Moravia
  • Morro Moravia
  • Hermandad de moravia
  • Moravia
  • Costumbres Ytradiciones De Moravia
  • moravia florese para la vida
  • Moravia: la mujer como protagonista
  • Gli indiferenti de alberto moravia

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS