Movimientos indigenas de America Latina
Movimientos Indígenas
en América Latina:
el derecho a la palabra
INTRODUCCIÓN
La década de los noventa se reveló como un tiempo histórico rico en
posibilidades y complejo en su interpretación y en cuyo interior se dio
la eclosión de nuevos movimientos sociales y, entre estos, los movimientos indígenas. En toda América Latina, insurge con mucha fuerza
un entramadosocial y organizativo basado en la vida comunitaria de
los pueblos indígenas, que servirá de sustento para la movilización
social y política de muchos movimientos sociales en el continente.
Esa eclosión del movimiento indígena latinoamericano se sitúa
en un contexto en el que en la región se consolidan las políticas neoliberales de ajuste macroeconómico y de reforma estructural, un proceso quegenera graves fracturas sociales, que polariza a la sociedad, y
que vulnera la capacidad de construir una estrategia de desarrollo
autónomo democrática, equitativa y sostenible.
* Coordinador del Grupo de Trabajo Movimientos Indígenas en América Latina.
Profesor de la Universidad Católica del Ecuador y de la Universidad Intercultural de
las Nacionalidades y Pueblos Indígenas del Ecuador,(UINPI).
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Pueblos indígenas, estado y democracia
La presencia de los movimientos indígenas en América Latina
otorga una nueva dimensión a la participación y lucha social, al tiempo que incorpora temas nuevos en la agenda política, abriendo el
campo de posibles sociales a la dialéctica de la emancipación entre las
lógicas de la identidad y las de la redistribución. Producto de ellosserán las movilizaciones en contra de la reforma estructural, pero
también por la autonomía y el respeto a sus derechos, que protagonizarán los movimientos indígenas en todo el continente (Díaz Polanco
y Sánchez, 2002).
Esta participación política de los movimientos indígenas se
sitúa en un ambiente en el cual la imposición del neoliberalismo es
cada vez más fuerte, un neoliberalismo que pordefinición se presenta
como una voluntad autoritaria, violenta, impositiva. En efecto, en la
matriz epistemológica más íntima del pensamiento liberal subyace
una pretensión de universalidad que genera necesariamente conflictos
cuando se encuentra con sociedades que piensan, actúan o viven de
manera diferente.
Parecería ser que al interior del paradigma del pensamiento
liberal no existeespacio para reconocer la diferencia. Sus pretensiones
normativas se quieren civilizatorias y ontológicas. Por ello, la emergencia de los movimientos indígenas en momentos en los que el pensamiento neoliberal es cada vez más fuerte ha provocado que al interior de este se prevea el choque inminente.
No es un azar que Samuel Huntington, un teórico conservador
norteamericano, retomando las tesis deBernard Lewis (ver Gresh,
2004), proponga el choque de civilizaciones (the clash of civilizations)
como un escenario futuro para el liberalismo (Huntington, 1993). No
existe dentro de su percepción la posibilidad de que el encuentro con
sociedades diferentes enriquezca el acervo humano, posibilite una
recuperación de prácticas y formas de pensar diferentes que sean un
reto y una aventurapara cualquier sociedad; por el contrario, para
Huntington, todo encuentro con sociedades y pueblos diferentesserá
necesariamente un encuentro conflictivo, una colisión violenta, un
choque incluso bélico.
Dentro de esta matriz del pensamiento liberal, quizá tenga
razón el pensador francés Michel Foucault, quien invirtiendo el célebre aforismo de Clausewitz establece que no es la guerra lacontinuación de la política por otros medios sino, al revés, en la sociedad
moderna y liberal la guerra es una presencia constante, es un enfrentamiento persistente en el cual su lógica está siempre presente, en el
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Pablo Dávalos
que siempre hay que pensar en términos de tácticas, en el que siempre
hay y habrá un enemigo, y en el que la política tiene que ser pensada
en términos de...
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