Movimientos sociales siglo xix

Experiencias desiguales:

Conflictos sociales y respuestas colectivas.
(Siglo XIX).

Mary Nash y Sussana Tavera.
Editorial Síntesis.

Este libro es una historia social del siglo XIX que arranca de una reflexión global acerca de la naturaleza de los movimientos sociales. Subyace en él una concepción de estos como manifestaciones colectivas que han pretendidosuperar aquellas realidades de discriminación y desigualdad política, social, e incluso, religiosa que eran características de los tiempos medievales, modernos y contemporáneos.

A partir de esta concepción global, el libro va asumiendo la existencia en los movimientos sociales contemporáneos de unos rasgos específicos, como respuesta a las experiencias planteadas por el liberalismo burgués, elcapitalismo industrial y las nuevas formas culturales del mundo contemporáneo. Desde esta perspectiva es obvio que ha habido múltiples y variados movimientos sociales cuya diversidad desborda el marco del libro. En el sólo han considerado los protagonizados por grupos tan diversos como las mujeres que reivindicaban el reconocimiento de sus derechos sociales y políticos, los trabajadores que en1848 pretendieron establecer una república social y democrática, los obreros que aspiraban a una sociedad sin clases ni distinciones sociales, los higienistas que plantearon la reforma sexual o los pacifistas que se enfrentaron al militarismo contemporáneo desde los últimos años del siglo XIX.

Esta claro que este libro no pretende ser un estudio exhaustivo sino que tiene como objetivo lasuperación del marco historiográfico que de una forma tradicional equipara movimiento social y movimiento obrero, asumiendo por tanto que la correcta definición de la conflictividad social sólo debía contemplarlas manifestaciones sindicales y políticas del obrerismo organizado.

El segundo objetivo de este ejemplar es superar aquellas explicaciones que han situado el
origen de los movimientos socialesbien en la realidad económica, bien en las diversas
manifestaciones críticas y radicales del pensamiento social. No se discute que esas
realidades no hayan tenido un papel decisivo no sólo en la denuncia y oposición a
cualquier tipo de desigualdad, sino también en la elaboración de programas y estra-
tegias colectivas de resistencia o cambio social. Pero se dan prioridad a las distintasexperiencias colectivas como la causa vertebradora de los movimientos sociales:
la experiencia incorporaba la realidad socio-económica y las percepciones
ideológicas, estructuraba la mentalidad colectiva, inspiraba programas y estrategias
de actuación e impulsaba movilizaciones y organizaciones de todo tipo.

Así pues, se asume que la experiencia ha sido históricamente decisiva a la hora deformular cualquier tipo de reivindicación social y que, además, adquirió
dimensiones extraordinarias en momentos de cambio como los que aquí se
contemplan. No debe olvidarse que el siglo XIX marca en la historia occidental europea
la consolidación del industrialismo y de los sistemas políticos liberales, la de los nacionalismos
la de la división entre la esfera pública y la privada o la delcontrol social sobre los códigos de doble moral sexual. En función de la experiencia promovida por estas realidades, obreros, mujeres, anarquistas, socialistas y marxistas, médicos, higienistas, periodistas, propagandistas se plantearon la necesidad de cambiar, reformar o modificar, bien determinados aspectos de la sociedad, bien el conjunto de esta. Así pues, la experiencia puede ser considerada comoel punto de partida, no sólo de los procesos de formación de la clase obrera y, en general, de los grupos sociales subalternos, sino también del feminismo y del conjunto formado por los reformismos sociales contemporáneos.

El libro plantea, además, que toda esta diversidad de movimientos sociales es algo más que una mera realidad objeto de estudio histórico. Todos los movimientos contemplados...