Msc. Desarrollo Local Comunitario
José Luis Coraggio1
Introducción
La última década registra en América Latina una presencia creciente de prácticas y discursos
asociados a algunos de estos nombres: economía solidaria, economía de la solidaridad,
economía comunitaria, economía popular, economía popular y solidaria, economía social, economía social y solidaria, economía del trabajo, economía alternativa, economía plural, otra
economía.
A esto han contribuido cinco circunstancias interrelacionadas:
a) la creciente incapacidad del modelo neoliberal de mercado para resolver la cuestión social
que genera. Efectivamente, con o sin crisis financiera, se ha venido profundizando una crisis de reproducción de la vida humana, generando una pérdida de legitimidad del sistema de
mercado global y espacio para acciones correctivas desde el Estado o la Sociedad;
b) la subsecuente incapacidad del Estado para atender a esa necesidad masiva de acción
asistencial, y la percepción de que el mercado excluye masas crecientes de trabajadores y
consumidores de manera estructural, por lo que las acciones compensatorias –redistribucionistas o filantrópicas‐ no resuelven la pobreza, la desigualdad o la exclusión (sobre
lo cual atestiguan las ya consideradas inalcanzables “metas del milenio”);
c) la persistente voluntad social de los movimientos autoconvocados al Foro Social Mundial
para incluir en su agenda la búsqueda de propuestas alternativas para la economía, abriendo la
posibilidad de convergencias ideológicas y prácticas a partir de la serie de posiciones contestatarias que representan;
d) la voluntad política manifestada por sus reiteradas apuestas electorales y las asambleas
constituyentes en tres países que se adscriben a la idea de un socialismo del Siglo XXI (Bolivia,
Ecuador, Venezuela), en el sentido de afirmar las formas no capitalistas de organización
económica: cooperativas, comunitarias, asociativas, renovadas empresas públicas, y la perspectiva del cambio de sentido del sistema económico como un todo (Sumak Kawsay,
soberanía en un estado multinacional, pluralismo cultural);
e) la emergencia en el Norte de dos propuestas para atender la brecha entre las necesidades y
los resultados del Mercado y el Estado: el Tercer Sector y la Economía Social y Solidaria, divergentes pero ambas con vocación de asociarse a través de las fundaciones y programas de
cooperación con algunas de las perspectivas señaladas más arriba, si bien sin una agenda de
transformación revolucionaria de las estructuras. Mientras el Tercer Sector propone proveer o
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Investigador del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina) y Director Académico de la Maestría en Economía Social de la misma universidad.
los necesitados mediante dones asimétricos, la Economía Social y Solidaria propone avanzar
con la solidaridad democrática por el cumplimiento de los derechos ciudadanos.2
El texto de la Constitución Ecuatoriana asume una definición sustantiva de economía, que podemos resumir como el sistema de instituciones, valores, normas y prácticas que organizan
los procesos de producción, distribución, circulación y consumo dentro de un malla de
relaciones de cooperación de los trabajos humanos entre si y con la naturaleza y cuyo sentido
es la reproducción y desarrollo de la vida, es decir a) la generación de las condiciones
materiales para el sustento o la subsistencia de todos y b) la reproducción intergeneracional
ampliada de la vida.3 El Sumak Kausay es la forma que asume esa reproducción ampliada de la vida en la
Constitución ecuatoriana. Esto implica orientar el sistema económico de manera que permita
lograr cuatro equilibrios:4
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El equilibrio de los seres humanos consigo mismo;
El equilibrio entre los seres humanos;
El equilibrio de los...
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