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El 10 de octubre de 1835 gracias al impulso visionario del magistrado y estadista Vicente Rocafuerte, surgió de manerareglamentaria y organizada el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
Alrededor de tres siglos de ejemplar y titánica lucha que se manifestó desde los albores de la ciudad quedaban atrás en ese históricoaño, pero el compromiso de luchar por ella contra el fuego siguió vigente y con más bríos.
El 2 de agosto de 1926 el presidente provisional de la República, Dr. Isidro Ayora Cueva, reconoció lapatriótica y desinteresada labor de los bomberos y firmó el decreto que estableció la celebración de su fiesta magna el 10 de octubre de cada año.
Finalmente, el 25 de octubre de 1930, el Cuerpo de Bomberosde Guayaquil recibió el título de Benemérito (digno de galardón), por decreto del Congreso de la República que presidían entonces Alfredo Baquerizo Moreno (Cámara de Senadores) y M.A. Navarro(Cámara de Diputados).
Los bomberos que comparten con nuestra ciudad una misma historia de triunfos sobre aciagos momentos, hoy como ayer merecen la gratitud de sus conciudadanos.
Mas, esta ocasiónqueremos ‘refrescar’ la memoria colectiva, con los nombres de aquellos oficiales que desempeñaron la función o jerarquía de Primer Jefe y encarnaron la bizarría de sus compañeros, sin olvidar jamás ellema Abnegación y Disciplina.
Citamos entonces a aquellos valerosos oficiales que antiguamente recibieron el nombre de jueces de incendio, como lo destaca Modesto Chávez Franco en su libroHistoria General del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil.
El motivo actual sirve para aplaudir a una institución guayaquileñísima que, en repetidas ocasiones, recibe la exaltación de sus vecinos, tal comolo han hecho escritores y poetas de la valía de Carlos Carbo Viteri que expresó: “Ciñamos de lauro las sienes/ que abrasa del fuego el calor,/Bombero del Guayas, tú tienes/del héroe la gloria y...
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