MUERTE AL ALCANCE

LUIS ALBERTO PARRAL
La muerte es lo único seguro de la vida; el destino final inquebrantable. El problema transcurre en si estamos preparados o no para cuándo llega. El miedo es lo que nos mantienevivos, pero también la parálisis pragmática del aliento final.
Las experiencias extremas, en ciertas ocasiones, causan un antes y un después de la persona que lo vivió. Provoca la reflexión eincluso corrección de distintos aspectos. Una segunda oportunidad –los religiosos dirán que se la otorgo Jesucristo, los demás simplemente que son afortunados-.
El conducir por una carretera a medianoche es el escenario melodramático perfecto de una catástrofe. Las condiciones son perfectas. Se ejecuta tanto en ficción como en la vida real.
En la mayoría de las ocasiones el alcoholismo es elcomplemento, la pareja perfecta de siniestro momento. Sin embargo, suele ocurrir que el encontrarse en una situación de vida o muerte pueda ser casualidad.
Al volver de un viaje familiar, común comocualquier otro, en el que se puede mezclar sana diversión con un poco de bebida, los primos –las nuevas generaciones- suelen regresar en conjunto. Mientras que los adultos, papás, tíos, abuelos… se vanpor su lado. Al menos en mi caso.
Ya en pleno curso, la noche llegó sin precedente planeado. El primo con más edad, el menos tomado, se encargó del volante. Así, con seguridad absoluta de sus manossobre el volante, el resto perdió la noción de dónde estábamos.
Los minutos, las horas transcurrieron… todo iba de acuerdo a lo planeado. Lo único predecible es lo impredecible; la sorpresa, aquellasensación que se apodera para bien o para mal de todo tú ser. Combinado con peligro, la sensación de un final cercano allana tu cabeza.
Rafa –el primo mayor- manejaba con regularidad, cuando sepercató de una sorpresa que podría cambiar nuestras vidas para siempre. En una curva, con la noche plasmada en todo el entorno, nos dijo con una voz cortada “¡cabrones, vamos en sentido contrario!”....