Muerte de dios
La frase «Dios ha muerto» también conocida como la muerte de Dios, es usualmente atribuida al filosofo alemán Friedrich Nietzsche. Se refiere alcolapso de las ciudades estado y su orden autónomo. Es un momento que se expresa plásticamente en el panteón romano, recinto circular que reunía todas las deidadesde las provincias sin conceder preeminencia a ninguna.
«Dios ha muerto» es una frase dolorosa, que sirve como expresión de una de las figuras del Espíritu,denominada «Conciencia desventurada»: «es el destino trágico que reúne todos aquellos dioses individuales y todos aquellos atributos de la substancia en un panteón, enel espíritu autoconsciente como espíritu».Es una figura o momento espiritual, incomprensible al margen de su contrario dialéctico, la «conciencia cósmica», quesimboliza la liberación del espíritu de las formas anquilosadas en las que estaba preso por los diversos órdenes mitológicos y teocráticos, que aglutinó el Imperioromano: «la ausencia total de terror, la ausencia de esencia de cuanto es extraño, y un bienestar y un sentirse bien de la conciencia, tales como no se encontraránnunca ya fuera de esta comedia»
Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos?El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará?¿Qué rito expiatorio, qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?
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