Muerte osama bin laden
Las dos grandes religiones –islamismo y cristianismo– confrontadas en la escena mediática, pero ahoracon el ingrediente del recuerdo de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que para el imaginario estadunidense seguirá representando una dura afrenta en su orgullo imperial.
El anuncio, que hadominado la agenda informativa internacional, también ha generado una ola de reacciones dominadas por el escepticismo y la suspicacia. Entre analistas árabes y latinoamericanos en especial, aquellosconfrontados con la línea de Washington, se especula sobre un posible "montaje mediático" al estilo de los que aplica en México nuestro secretario de Seguridad Pública, Genaro García.
Lo cierto esque se trata de una muerte mediáticamente anunciada. Con este hecho, Estados Unidos pretende cerrar un capítulo en su "guerra contra el terrorismo", pero no concluye lo que en distintas investigacionesperiodísticas se ha ventilado.
Existen tres grandes ejes de este episodio:
1. El futuro de Al Qaeda. El surgimiento y operación de esta red de células autónomas –a la usanza de una franquiciaestilo Mc Donalds– está extraordinariamente descrito, a detalle, en el libro La Torre Elevada, Al Qaeda y los Orígenes del 11-S, una investigación de Lawrence Wright que mereció el Permio Pulitzer.¿Realmente se debilita esta trasnacional del terrorismo y el fanatismo tras la muerte de Bin Laden?
2. El papel de la CIA. Los cables informativos y el propio discurso de Barack Obama insistieron enreivindicar el papel de la agencia de espionaje más famosa, pero más fallida de la historia estadunidense. Las múltiples dudas sobre los errores, las complicidades y la falta de una estrategia...
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