!Mujer, Obra De Dios, Flor De Su Reino!

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¿Ustedes mujeres sabían, que más allá de gritos, algarabías, elogios, son una obra poderosa creada por las manos de Dios para vencer todo mal? Más aún, ¿sabían ustedes mujeres que son el rostro maternal de Dios, es decir son el amor visible del Creador, la flor de su Reino?

Mujer, tú eres la obra que Dios llenó con mayor fuerza en esa batalla que llamamos cotidianidad. Mientras nosotroslos hombres huimos de la cruz y de los sinsabores de la vida, tú mujer te acercas más a ella por la gracia, el poder influyente que el Creador depósito en ti. Sales de ti a enfrentar tu vida aun cuando sientas la ausencia de Dios.

Mujer, tú eres un ser prodigioso, creado para establecer el Reino de Dios en la tierra. Cuando te levantas a orar por tus hijos, tu esposo, tu familia, la iglesia,la nación, nadie puede hacer otra cosa que ceder ante tus peticiones que brotan del corazón y, de lo más íntimo que guardas en tú interior que es el Corazón de Dios.

En ti mujer, se forman los ministros, los reyes, los presbíteros, los líderes de la Iglesia, los gerentes, los arquitectos, los ingenieros, en fin, la familia. Dentro de la mujer hay un poder otorgado por Cristo para traer si esposible a un país a los pies del Señor.

Tú mujer eres el rostro de quien es el “guerrero invencible” (Jr 20, 11); columna de la humanidad; esperanza que moviliza todas las fuerzas de los seres humanos; corazón que transforma en deber, en tarea y pasión las huellas que marcan el camino, la dirección el progreso de los que tú mujer, aun en el dolor, das a luz.

Tú mujer, como esperanza y obra deDios, eres un arma de lucha, contra los maleficios de quienes crean pesimismo, tristeza y pesadumbre. Mujer, tienes en ti la actitud, que aunque incluye dolor y sufrimiento, también traes la alegría (Jn 16, 20-21), porque sabes que dando la vida reconquistas y rejuveneces la humanidad entera, convencida de que más allá de la noche existe la luz esplendente del sol, y que incluso si hubiera noche,tú como estrella con frecuencia brillarías (Is 60, 2).

Tú mujer, eres la imagen viviente de Dios. No eres sólo cuerpo, eres también espíritu. Eres luz que ha sido redimida por la sangre de Cristo, amiga del Creador, el Salvador y el Santificador.

Mujer, eres el ser que reúnes, convocas a todos los que están dispersos (Lc 15, 8-10), porque sabes que el amor mientras más fuerte más debilita. Túmujer barres la casa, busca con cuidado, te esmeras, no te fatigas, no te cansas hasta encontrar la última dracma que encierra la grandeza, la bondad y la ternura de Dios.

Tú mujer, como la gallina que cuida de sus polluelos (Lc 13,34), eres solícita por sus pequeños: los calienta, los abriga, los cubre, los protege, los custodia, los guía, los conduce por las mejores sendas. Aunque te muestresdébil y temerosa, tú mujer siempre estas dispuesta a afrontar cualquier situación por defender a los tuyos, aunque sepa que va a perder, te olvidas de ti misma para favorecer a quienes con esfuerzo has dado vida.

Tú amor maternal mujer, es tan fuerte que vuelve débil, tan sabio que lo vuelve necio, hasta dar su vida por los que amas. Tú mujer eres imagen del Reino, y al igual de quien es elDueño de la Mies te donas como esposa, como madre, como hija, como profesional, incondicionalmente.

Mujer, en tú corazón reina la generosidad, el servicio, el agradecimiento (Lc 8, 1-3), pero ante todo reina un poder que siempre te impulsa a avanzar en los momentos gloriosos y dolorosos. Tú mujer que acompañaste a Jesús hasta la Cruz (Lc 23, 49.55-56) y que te metiste hasta el sepulcro (Lc 24,1-3) como muestra de tu don y de tu dignidad siempre firme, siempre fuerte, dócil y dispuesta.

En ti mujer no existen los achaques, las arrugas ni los años. En ti existe la vitalidad, la cual no se detiene por los años, ya que a mayor edad, mayor compromiso; y entre más años, mayor bendición eres (Lc 2, 36-38).

Mujer, no te afanes por poner una velita más en tu pastel, porque cada año que...