Mujer siglo xxi
Más allá de quedarnosa caballo entre ambas posiciones, desde el punto de vista de las políticas de fomento de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, el documento resultante de Niza ha introducido algunasmejoras. Pero no todas las que son deseables.
Que tenemos (en España) la tasa de natalidad más baja del mundo después de Japón, no es ningún secreto. Y que, además, el paro femenino español es elmás alto de la Unión Europea no nos ayuda para nada en lo que atañe al crecimiento económico y menos en nuestras intenciones optimistas.
Podríamos decir que tras el impulso adquirido con lacelebración de la Conferencia de Gobiernos de Niza, se deba mantener abierta la caja de Pandora de todos los problemas que afectan a la ocupación femenina y por extensión al casi nulo crecimiento de nuestrademografía. De no ser así, sólo nos quedaríamos en la superficie de estos asuntos estructurales.
Por ello, interesa a todos seguir insistiendo de manera decidida en el fomento de la igualdad deoportunidades para las mujeres. Y eso pasa, también, por una adecuada confección de las políticas familiares. Hablar de igualdad entre hombres y mujeres implica entrar en el (hasta ahora) resbaladizo tema decombinar eficazmente el fomento de la natalidad con el fomento de la ocupación femenina, remunerada.
Las ayudas directas a las familias por parte del Estado se ciñen al pago del salario de la...
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