Mundial
Cada cuatro años nos advierten que nos busquemosalgo para hacer, que nos vayamos de casa o hagamos silencio, que no contemos con ellos, que durante un mes no hagamos planes ni reclamos de atención porque empieza “El Mundial”.
Es cierto que sobreeste evento futbolístico queremos opinar todos: hombres, mujeres, niños, adolescentes, adultos; los que saben, los que no saben, los que aman el fútbol, los que odian el fútbol, los que miran sólolos partidos del mundial, los que les da lo mismo.
Ya resulta retrógrado el debate en torno a si las mujeres podemos o no hablar de fútbol. Pero hay algo que sigue siendo actual y es la preguntapor cuál es el poder habilitador de las voces válidas de opinión (y por ende, cuáles son las excluidas). Una constante se repite: comienza el mundial y se multiplican los comentarios misóginos quedescalifican los intentos de participación de la mujer. Aún cuando algunas logran incorporarse a este mundo exclusivamente masculino, lo hacen a partir de una masculización del lenguaje. Una mujer quemira fútbol debe putear como macho, gritar el gol como macho, saltar y besar la camiseta como macho. Es decir, debe imitar a los hombres. Así, la incorporación no se trata ni de inclusión ni de una...
Regístrate para leer el documento completo.