Mundos Bizarros

A veces las personas podían tornarse absolutamente inestables a los ojos del moreno, a veces parecían estar envueltos un halo de eterna paz, entonces los gritos salían cual demonio huyendo delinfierno. El sonido se quedaba atrapado en sus oídos mientras rodaba los ojos para no tener que gastar saliva en explicar que las palabras no tenían significado coherente, fue lo mismo de cada día. Bufó alaire mientras se dedico a guardar la única libreta que se había atrevido a cargar en la mochila y se echó esta misma en su espalda, paso sus brazos por las correas y salió caminando tranquilamente delaula. Videojuegos, robótica…no podía creer que aún en el penúltimo año de la carrera sus compañeros siguieran pensando en los componentes de semejantes variedades del mercado. El mundo estabacompuesto de otras cosas, como marihuana, ansiolíticos, sedantes…más bien creaciones que tenían más sentido con la sociedad. Se apresuró hacía la puerta principal y entonces no pudo más que detenerse en secocuando aquella chica le choco contra el hombro. Volvió la mirada sobre su hombro creyendo haber visto aquel cabello lacio y escuchado esa risa extraña, pero se equivoco. Ella no estaba ahí.Regresó suatención a su camino y salió de la universidad. Sin siquiera dudarlo, giró a la derecha. Hace un montón que no escucha ese molesto apodo, mucho menos que tiene que soportarla. Era un deseo vueltorealidad, cualquier persona en su sano juicio diría que nada podría mejorar. El problema es que él no era cualquier persona, o es lo que siempre se había considerado. Normal, algo alejado, quizá perdido.Tuvo que correr las últimas cuadras hasta llegar a esa zona, lo cierto es que ni siquiera sabía que hacía exactamente en ese lugar. Las personas se cubrían bajo los paraguas o en las sobresalientesde las estructuras para que el agua, casi tibia, no deshiciera su imagen. Mad no estuvo sorprendido por el repentino cambio de clima, ya todo era tan efímero y cada vez peor. Y, no era un problema...