Murcia, país catalán frustrado
Vicens M. Rosselló i Verger
MURCIA,
¿UN PAÍS CATALÁN FRUSTRADO?
VICENS M. ROSSELLÓ I VERGER
Catedrático de Geografía
Universidad de Valencia
Una previa cuestión de nombres se nos suscita: “Levante”, “Sureste”, “Reino de
Murcia”. El primero, incorrecto geográficamente, ha hecho fortuna; el segundo, de
ciertas raíces climáticas, económicas ypolíticas, es fomentado por un Consejo
Económico Sindical (Alicante, Almería, Albacete y Murcia) y con más afán por un
periódico y una empresa bancaria. El “serenísimo” Reino padece de los mismos escollos
de insolidaridad y anexionismo de otras tantas tierras hispánicas, pero además fue
constituido en marca mediterránea de Castilla entre el reino musulmán de Granada y el
cristiano de Valencia, dondevino a frustrar la política catalana mediterránea de camino
periférico y actividad marítima, basada en el dominio de la manga marina meridional.
De aquí arranca el tono, a menudo reivindicativo, de los eruditos murcianos que toman
como base territorial la cora de Tudmir, involucrando sus cambiantes límites en un
posterior conflicto entre las Coronas de Castilla y Aragón. Tal corriente, algoimperialista, parece nacer con Cascales, pasando por Fuentes y Ponte, Merino y Amador
de los Ríos, para llegar a nuestros días, en que parecen ya fosilizados los límites
provinciales. Frases como “la iniquinidad aragonesa”, “el yerro de Torrellas” o la
“ominosa sentencia” arbitral, pertenecen a los referidos autores; Merino llega al
extremo de hablar siempre de la “coronilla” cuando menciona laconfederación
aragonesa.
Aun así, con óptica castellana, hay más de una razón para hablar de una gran
Murcia, reino que abarcaba desde la raya de Almería hasta el norte de Alicante. La
política de equilibrio peninsular confiere a Murcia un especial papel de tapón para los
aragoneses o de puerta de acceso al Mediterráneo para los castellanos; además, no hay
que olvidar que los nazaritasestaban más dispuestos al entendimiento con los catalanes
que con los castellanos 1 . “Efectivamente, la orientación hacia Murcia de Jaime II lleva
aparejada entre los siglos XIII y XIV una nueva actividad catalano-aragonesa en
Granada, en Marruecos e incluso en Tlemcèn 2 ”.
Si el episodio de Alfonso VI, sitiando Valencia (1092) y el del Cid (1094),
amparándose de ello, hubieran tenido éxito, elPaís Valenciano –o buena parte de élsería otra Murcia, o menos todavía… Por el contrario, se ve que la intervención catalana
terrestre no rebasó los confines murcianos y cuando Jaime I propuso la invasión de
Almería, no encontró respuesta entre sus hijos y prohombres.
1
Tarifa y el Estrecho adquieren diversa inoperancia según la política mercantilista de los reyes castellanos del sigloXIV. VIÑAS Y MEY, Carmelo: “De la Edad Media a la Moderna. El Cantábrico y el Estrecho de Gibraltar en la
Historia política española”. Hispania I (1940-41), I, pp. 52-76; II, pp. 53-79; IV, pp. 64-121 i V, pp. 41-105
2
DUFOURCQ, Ch. E.: L’expansió catalana a la Mediterrània occidental. Barcelona, Vivens Vives, 1969, cf. p. 306
1
MURCIA, ¿UN PAÍS CATALÁN FRUSTRADO?
Vicens M. Rosselló iVerger
El confusionismo político que supone la oposición castellano-catalana en el
territorio murciano, se enreda más con una nueva cuestión de nomenclatura: catalánaragonés. La inferioridad del título condal (F. Soldevila) ha justificado más de una vez
la sustitución de Cataluña por Aragón al referirse a las empresas o dignatarios de la
corona; aun así sabemos que para la conquista deMurcia los dirigentes catalanes se
mostraron bastante más dispuestos que los aragoneses 3 , puesto que el único de éstos que
acudió a la convocatoria de Valencia fue don Blasco de Aragón. En tiempos de Jaime II,
los afanes meridionales de la Corona de Aragón serían únicamente barceloneses. Es
curioso, sin embargo, que hace poco se desencadenara una dura polémica, no sobre el
calificativo...
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