musculos
Julio de 1988
Casi seis años después de haber escrito la primera introducción, nuestro pensar no se hatransformado un ápice respecto alos objetivos que guiaron la escritura de esta obra. Noobstante, nuestro mundo sí ha evolucionado a velocidad impensable. Los cambios ennuestro país han sido fundamentales, por lo menos en los aspectoseconómico yambiental.
Del tequesquite al ADN
se ha vuelto una lectura común para muchos estudiantes delbachillerato, gracias a la estupenda acogida que le dieron un sinnúmero de profesores.Nos hatocado analizar el libro en una multitud de escuelas y gozar con el hecho de quereseñas del mismo hayan sido premiadas en el concurso Para leer la Ciencia desdeMéxico. En esas ocasiones, al conocerlos puntos de vista de los lectores jóvenes, se hizotransparente para nosotros la necesidad de actualizarlo. En los alumnos surgían nuevaspreguntas que la primera edición no alcanzaba a resolver: ¿quées la gasolina Magna Sin?¿Y el diésel Sin? ¿Y los convertidores catalíticos de los autos? ¿Todavía no se hacendetergentes biodegradables en México?Las transformaciones más importantes de esta revisiónafectaron esencialmente alsegundo capítulo, aunque los otros dos también las sufrieron. El resultado nos vuelve adejar satisfechos. Veremos cuánto tiempo nos dura la satisfacción. Suponemos quepoco,pues cada día prospera una conciencia ambiental más clara, más equilibrada y másprofunda. La industria química realiza esfuerzos importantes dirigidos hacia el bienenestarde sus trabajadores, susconsumidores y el medio ambiente, así que su metamorfosiscontinuará. Y con ella la de
Del Tequesquite al ADN.
A
NDONI
G
ARRITZ
J
OSÉ
A
NTONIO
C
HAMIZO
Enero de 1994
I. LA QUÍMICA EN...
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