Museo Ezeiza

“Museo Ezeiza” de Pompeyo Audivert
La obra evoca el episodio histórico conocido como la “masacre de Ezeiza” que sobrevino cuando la llegada de Perón a la Argentina luego de 18 años de exilioprovocó una lucha armada entre los militantes de derecha y los de la izquierda del propio partido.
El espectador ingresa en una masa cuantiosa de otros espectadores a una sala amplia con una luz tenue en laque ya hay algo que está sucediendo: cuerpos desparramados en tarimas, mesas y sillas, grupos de individuos de diferentes edades y sexos que repiten palabras inteligibles por lo simultáneas. En elfondo de la sala, un escenario vacío en alusión a aquel que no pudo ocupar Perón porque la bienvenida se transformó en tragedia. Luego de unos minutos, cada uno de estos cuerpos comienza a hablar,primero por turnos y luego todos a la vez, y relata su historia: son los objetos (guitarras, billeteras, crucifijos, botones, radios, megáfonos) que se hallaron luego de la contienda y que, en congruenciacon el concepto de museo que le da título a la obra, permiten un abordaje a lo sucedido aquel 20 de junio de 1973. Pero también son cuerpos que problematizan la idea de una historia y se resisten acualquier cristalización que intente esgrimir una verdad universal sobre, en diálogo con el problema ideológico de fondo, cuál de todos (el de izquierda, el de derecha, el elegido, el siniestro) es elverdadero Perón.
El público puede recorrer el espacio libremente, acercándose a uno y otro acontecimiento; elige qué ver, qué escuchar, por dónde caminar, con quién interactuar, y se confunde, sefusiona con lo representado en un devenir que cuestiona los límites de la propia representación: ¿el que está a mi lado es personaje o espectador? ¿también yo colaboro aquí y ahora en la representaciónteatral de las masas que se encaminaron aquel día hacia Ezeiza? Y esta ambivalencia se multiplica del lado de la actuación: los cuerpos representan a los objetos, que también son sus dueños vivos, o...