Museo Munal
Páginas: 4 (870 palabras)
Publicado: 12 de mayo de 2013
Instituto Politécnico Nacional.
CECyT N° 13 “Ricardo Flores Magón”
Museo Munal.
Trabajo Presentado por:
Córdova Zamora Myriam Yazmín
Para: Filosofía II
Grupo: 2IM14Fecha: 7/Mayo/2013
Enrique Guerra:
Enrique Guerra fue otro de los talentosos escultores del porfiriato que cultivaron una nueva sensibilidad. Pensionado por el gobierno deVeracruz, Guerra se matriculó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y se trasladó a Francia a perfeccionar sus estudios. Su obra La Sed fue exhibida en el Pabellón Mexicano de la Exposición Universal de1900.
En París participó en el Salón de 1906 con tres esculturas Mendiga, Sulamita y Caín y Abel, por la cual obtuvo una mención honorífica. Aunque nunca fue trasladada al mármol, esta escultura en yesopulido es la más bella de cuantas llegó a modelar y es, quizá, el primer desnudo femenino de abierto contenido erótico en la historia de la escultura mexicana. Distinta al decadentismo de la Malgrétout, la obra de Enrique Guerra triunfa por su equilibrio con la tradición académica, al tiempo que revela una audacia técnica en el manejo de los materiales.
Cercana en el modelado a las esculturasdel francés Emile-Antaine Bourdelle (quien alguna vez fuera asistente de Rodin) en la pieza de Guerra también emerge la figura humana a partir de la nobleza de los materiales. El tema de la esculturase desprende del Cantar de los cantares, es decir, del más bello de los cantares de la tradición judeo-hebraica; los únicos himnos y laudas con que la biblia celebra, con frenesí, la belleza humana.Así pues, el escultor capturó, a través de la docilidad del yeso, el cuerpo mórbido y virginal de la bella Abisag: la novia que proviene de Sunem, y es por eso llamada Sulamita, variante de Sunamita.Enrique Guerra parece seguir las estrofas marcadas por la Biblia y decide representar a la novia cuando despierta en el jardín y clama por su bien amando:
¿Yo dormía, pero no mi corazón (...) ven...
CECyT N° 13 “Ricardo Flores Magón”
Museo Munal.
Trabajo Presentado por:
Córdova Zamora Myriam Yazmín
Para: Filosofía II
Grupo: 2IM14Fecha: 7/Mayo/2013
Enrique Guerra:
Enrique Guerra fue otro de los talentosos escultores del porfiriato que cultivaron una nueva sensibilidad. Pensionado por el gobierno deVeracruz, Guerra se matriculó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y se trasladó a Francia a perfeccionar sus estudios. Su obra La Sed fue exhibida en el Pabellón Mexicano de la Exposición Universal de1900.
En París participó en el Salón de 1906 con tres esculturas Mendiga, Sulamita y Caín y Abel, por la cual obtuvo una mención honorífica. Aunque nunca fue trasladada al mármol, esta escultura en yesopulido es la más bella de cuantas llegó a modelar y es, quizá, el primer desnudo femenino de abierto contenido erótico en la historia de la escultura mexicana. Distinta al decadentismo de la Malgrétout, la obra de Enrique Guerra triunfa por su equilibrio con la tradición académica, al tiempo que revela una audacia técnica en el manejo de los materiales.
Cercana en el modelado a las esculturasdel francés Emile-Antaine Bourdelle (quien alguna vez fuera asistente de Rodin) en la pieza de Guerra también emerge la figura humana a partir de la nobleza de los materiales. El tema de la esculturase desprende del Cantar de los cantares, es decir, del más bello de los cantares de la tradición judeo-hebraica; los únicos himnos y laudas con que la biblia celebra, con frenesí, la belleza humana.Así pues, el escultor capturó, a través de la docilidad del yeso, el cuerpo mórbido y virginal de la bella Abisag: la novia que proviene de Sunem, y es por eso llamada Sulamita, variante de Sunamita.Enrique Guerra parece seguir las estrofas marcadas por la Biblia y decide representar a la novia cuando despierta en el jardín y clama por su bien amando:
¿Yo dormía, pero no mi corazón (...) ven...
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