Musica de huesos
|LA PERDIDA CONFESIÓN DE |
|XIMENEZ DE QUESADA (1574 - 2000) |
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Por Germán Hermida Barrera
Ilustraciones de Dioscórides Pérez
|Historia de un viaje que va de Colombia a la China y de la China a España en busca del libro que escribióXimenez de Quesada |
|sobre la conquista de América. Además de ser intensa y divertida, esta crónica busca crear inquietudes con el fin de seguir las |
|huellas de tan anhelado tesoro, hasta hoy desaparecido. |
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|Puercos: así llaman algunos a los chinos por su evidente despreocupación hacia el papel tirado en el piso, el polvo sobre la |
|vidriera o la cáscara sucia que se fue de más entre la licuadora. Aun así, son uno de los pueblos que menos pestes han sufrido y|
|las epidemias, a pesar del sars, en su larga e inventariada historia resultan tan escasas como los brotes desífilis entre un |
|grupo de eunucos. Por ello no me escandalizaron la basura arrinconada a un lado de la barra, ni cuán polvorienta se encontraba |
|la pantalla del computador; incluso llegué a disfrutar aquel jugo agridulce que me sirvieron en un vaso a todas luces mal |
|lavado. Los café internet en Beijing se han multiplicado; sin embargo, pese a la enorme oferta de estos portaleselectrónicos me|
|conservé fiel al oscuro y estrecho local de la calle Liang. Apenas contaba con tres máquinas, pero su fibra óptica era impecable|
|y nunca había fila, un verdadero lujo en China. Para ser exactos, el congreso al cual asistía terminaría en dos días y esa |
|tarde, sentado frente al computador, recordé un remoto pie de página que me había sorprendido hace unos años y sobre elque juré|
|hacer algo si alguna vez se presentaba la oportunidad. |
| El pie de página pertenece a un libro publicado en 1931, cuyo autor ha merecido el odio y la admiración de varias |
|generaciones de historiadores. En efecto, Enrique Otero D’Costa representa una curiosa amalgama de rigor científico, ortodoxia|
|moral, prepotencia, instinto y buen humor. Su arrolladora capacidad de estudio le permitió ridiculizar, sin temor a equivocarse,|
|a la Academia de Historia de Cartagena cuando publicó Comentarios críticos sobre la fundación de Cartagena de Indias, texto en |
|el que señala una legión de errores cometidos por la Academia en el trisesquicentenario de la Heroica. || Aquella nota al pie que me intranquilizaba la había redactado, como lo mencioné atrás, el propio Otero D’Costa. El mismo |
|historiador que contaba entre sus victorias más rutilantes el haber descubierto la falsificación de un supuesto Romance (glosa |
|del siglo XVI) que habían alabado sin titubear los lingüistas más destacados del momento (1911). Al enumerar los gazapos en los ||que había incurrido el falsificador, Otero los tachó de groseros y casi pueriles, dejando de paso desencajada la reputación de |
|aquellos que celebraron prematuramente la aparición del texto. |
| Mi admiración hacia la suspicacia de este historiador se vio multiplicada tiempo después cuando logré confirmar, con textos |
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