Musica y el deporte
Este es el cuarto libro de Alvaro Salom
Becerra y abrigamos la certeza absoluta de que
será un cuarto y rotundo éxito suyo. Es Salom
Becerra un gran observador de los hombres y las
cosas, dotado de una excelente memoria, de un
humor agudo y cáustico y de un estilo
envidiablemente claro, fácil y fluido que, con sus
tres obras anteriores, se ha apuntado otros tantos
triunfosimpresionantes, hasta el punto de que es,
en la actualidad, el más leído de los autores
colombianos. Esta obra, escrita dentro de la misma
línea de las precedentes, es un valeroso y
graciosísimo recuento del proceso político
nacional en los últimos años, destinado —como
aquellas— a ser leído con deleite y provecho por
millares y millares de personas.
Alvaro Salom Becerra nació en Bogotá en1922. Ha sido colaborador de “El Tiempo”,
“Nueva Frontera”, “El Colombiano’’ y algunos
otros periódicos y revistas: hasta el momento ha
escrito tres novelas; “Don Simeón Torrente ha
dejado de... deber” (17 ediciones), “El Delfín”
(12 ediciones) y “Un tal Bernabé Bernal” (13
ediciones).
Alvaro Salom Becerra
Al pueblo nunca le toca
Título original: Al pueblo nunca le tocaAlvaro Salom Becerra, febrero de 1994.
Ilustraciones: El nombre del ilustrador
Diseño/retoque portada: El diseñador
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editor: Editor2 (v2.0 a v.2.x)
Tercer editor: Editor3 (v3.0 a v3.x)
Corrección de erratas: EditorA, EditorB y EditorC
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Capítulo I
Baltasar y Casiano eran buenos amigos a
pesar de todo lo que los separaba.Aunque
nombres como los suyos hacen innecesario el
apellido, el del primero era Riveros y Pardo el del
segundo. Los vinculaba apenas la coincidencia
geográfica de haber nacido en la misma comarca,
la cronológica de que su nacimiento hubiera
ocurrido el mismo año y la económica y social de
pertenecer a la misma clase media. Pero somática
y anímicamente, por fuera y por dentro, eranabsolutamente distintos. También eran diferentes
políticamente pues militaban en bandos opuestos.
Baltasar Riveros era alto, magro, moreno,
narigón, nervioso, extrovertido, locuaz, optimista,
franco y ateo; había sido engendrado en Une —
único municipio liberal de la Provincia de
Cáqueza— por un ciudadano liberal y concebido
por una ciudadana tan liberal como su esposo;
siendo, además, nieto,bisnieto y tataranieto de
individuos afiliados a ese partido, que habían
defendido a garrotazos y pedradas lo que llamaban
sus ideas, en potreros pomposamente denominados
campos de batalla, era obviamente liberal.
Casiano Pardo, en cambio, era pequeño,
obeso, blanco, chato, calculador, hipócrita,
desconfiado, malicioso, enamorado y beato; como
sus tatarabuelos, bisabuelos, abuelos ypadres
habían sido godos de "raca y mandaca" que, en
descomunales gazaperas bautizadas por los
historiadores con el nombre de combates
memorables, habían empuñado las armas (estacas
y guijarros) para persuadir a sus adversarios de la
razón y justicia de su causa y, finalmente, había
sido engendrado, concebido y criado en el pueblo
de Choachí, uno de los baluartes conservadores de
la ya citadaProvincia de Cáqueza, donde el pastor
de almas le ordenaba a su rebaño, so pena de
excomunión, que votara por los caciques y
gamonales
escogidos
"en
Bogotá
para
representarlo en la Asamblea y el Congreso, era,
naturalmente, conservador.
Baltasar, como buen liberal, era intolerante,
dogmático y arbitrario. Defendía la libertad, pero
la que tenían, según él, sus copartidarios paraapalear a los godos y a estos les negaba el derecho
al pan y al agua. La justicia, en su concepto, había
sido hecha para favorecer a sus correligionarios y
perseguir a sus enemigos políticos. Proclamaba la
igualdad entre los hombres si los hombres eran
liberales, porque los conservadores, en su opinión,
pertenecían al reino animal. La fraternidad sólo
podía existir, a su juicio, entre los...
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