Musica
LA MUSICA EN LA ESCUELA
Por Elisa María Roche
Profesora de Pedagogía Musical en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, ha impartido cursos en diversas Escuelas Universitarias de Formación de Profesorado y Conservatorios de España. Colabora, como profesora invitada, con el Instituto ORFF del Mozarteum de Salzburgo.
La carencia de educación musical en la enseñanzageneral no sólo es un problema que afecte a la situación actual sino que, de forma lamentable y persistente, ha sido una característica de nuestro sistema educativo en lo que va de siglo. En efecto, si repasamos la legislación educativa desde los años treinta, nos encontramos con que, a pesar del entusiasmo que la II República puso en la reforma de la Enseñanza, la música no aparece ni en la Orden de 13de julio de 1932, que inicia un nuevo Plan de Estudios para el Bachillerato, ni en las sucesivas disposiciones a que dieron lugar las medidas provisionales sobre el Plan de Reforma presentado a las Cortes. Sí, en cambio, están presentes ya el Dibujo y la Educación Física, pero no se encuentra lugar para nuestra disciplina que, como si de un destino fatal
* BAJO la rúbrica de «Ensayo», el BoletínInformativo de la Fundación Juan March publica cada mes la colaboración original y exclusiva de un especialista sobre un aspecto de un tema general. Anteriormente fueron objeto de estos ensayos temas relativos a la Ciencia, el Lenguaje, el Arte, la Historia, la Prensa, la Biología, la Psicología, la Energía, Europa, la Literatura, la Cultura en las Autonomías, Ciencia moderna: pioneros españolesy Teatro Español Contemporáneo. El tema desarrollado actualmente es «La Música en España, hoy». En números anteriores se han publicado ensayos sobre La música española y la prensa, por Antonio Fernández-Cid, crítico musical y académico de Bellas Artes; y La enseñanza profesional de la música, por Daniel Vega Cernuda, catedrático del Conservatorio Superior de Música de Madrid. La Fundación JuanMarch no se identifica necesariamente con las opiniones expresadas por los autores de estos Ensayos. 3
se tratara, irá pasando, como complemento, por situaciones diversas y, a veces, bien ajenas a su contenido. Así, por ejemplo, se puede leer en las Instrucciones del Consejo Nacional de Cultura al profesorado de Segunda Enseñanza que «la formación del cuerpo, de la voluntad y el perfeccionamientodel carácter corresponde a los objetivos primordiales de la Educación Física y, para ello, se recomienda recurrir al juego y al deporte, alternando con gimnasia sueca, rítmica, danzas, carrera, salto y natación». Con estos antecedentes es fácil imaginar que, cuando en 1934 aparece el Decreto de 29 de agosto que regula el plan de estudios de Bachillerato, en estado de experimentación hastaentonces, no se incluya la enseñanza musical a lo largo de sus siete años de estudio. Esta discriminación de la Música en planes de estudios tan hondamente marcados por la inquietud pedagógica general se hace todavía más palmaria en comparación con el tratamiento, progresista y avanzado para la época, de que se hace gala en relación con la Educación Física, muy por encima de lo que con posterioridad va asuceder en esta misma materia. Sí tuvo la II República especial cuidado en la formación de maestros: «La renovación pedagógica que se está produciendo en toda España exige que se preste la máxima atención al problema de la formación del Magisterio. De lo que sean los Maestros depende en gran parte lo que haya de ser la Nueva Escuela de la República» (22 agosto de 1931). Esta preocupación diolugar, ese mismo año, a la reforma de las Escuelas Normales, en cuyo Decreto se establece que «el primer deber de toda democracia es éste: resolver plenamente el problema de la Instrucción Pública. Urgen escuelas, pero urge más crear maestros». Continuando con el mencionado Plan de 1931, llamado Profesional, es de destacar que incluía la Música dentro de las materias artísticas (Art. 7, apartado c)...
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