Musica

Il Divo

“Our Journeys, Our Music, Our Words”

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Hubo muchos momentos notables en mi vida, pero difícil de superar destaca en mi memoria. Ocurrió hace algunos años, después de terminar una actuación de “Simona Bocanegra” en Salzburgo, Austria. Inmediatamente de abandonar el escenario, salté a Horcajadas sobre mi vieja Harley Davidson y recorrí 1.200 Km durante la noche, por once horas.Por qué? Porque estaba enamorado y quería estar con mi novia en Ámsterdam.

Supe esa noche que me gustó ser el rey de la carretera y la experiencia total de euforia y libertad. Todos mis sentidos se intensificaron, me sentí en armonía con el viento y la lluvia, la salida del sol, el nacimiento de un nuevo día. Fue una inolvidable experiencia, una de esas raras ocasiones cuando tú realmenteconoces lo que es estar vivo.

No estoy seguro si lo siguiente es verdad o ficción, pero alguien me dijo una vez que los antiguos griegos se preguntaban siempre cuando un hombre o una mujer morían: “¿Ellos tienen pasión?”. Solo puedo decir que, gracias al memorable paseo en moto, entiendo porque esa pregunta era considerada tan importante, y yo puedo responder: “si, yo tengo pasión en mi vida”.Había cinco niños en mi familia (tres chicas, mi hermano y yo) y cuando mi padre nos abandonó, mi madre que era sombrerera tuvo que criarnos sin ayuda de nadie. Ella consiguió darnos una infancia feliz en el pueblo de Willisau, Suiza.

Mi recuerdo permanente de mi padre proviene de cuando yo tenía 7 años. Un día invernal me llevó a ver los patos y garzas que habían acudido a un lago cercano anuestro pueblo. El lago estaba helado, me solté de él y corrí a una sección del hielo, se hizo trizas y yo me hundí en las profundidades del lago. Cuando se cerró sobre mi cabeza, mis ojos, oídos y nariz se llenaron de agua fría glacial. Antes de que tuviera tiempo de darme cuenta que pasaba, mi padre agarró y me estiró fuera. Por un momento, sin embargo, estuve en vilo, y si él no hubiese actuadotan rápido, yo no estaría aquí contando esta anécdota.
En una ciudad con inviernos fríos como suiza, todo el mundo es consciente de que el hielo es un peligro.

Recuerdo claramente que teníamos un libro donde había ilustraciones mostrando qué hacer cuando a alguien le pasaba esto. Si caíamos nos asustaba un poco porque éramos niños pequeños, pero desde luego no nos impidió “caminar sobre elhielo” siempre que teníamos oportunidad.

Una vez luego de habernos recuperado del shock inicial del abandono de nuestro padre, logramos sobrevivir sin él en nuestras vidas. Yo siempre fui consciente, sin embargo, de lo duro que mi madre trabajaba y el poco dinero que nosotros teníamos, y yo siempre intentaba ayudarla.
Mis primeras vacaciones trabajé en un supermercado cuando tenía 8 años y desdeentonces nunca he dejado de trabajar. Estuve un período de tiempo en una empresa de mueble cuando tenía 11 años, comencé a repartir periódicos cuando tenía 14 años, trabajaba sin descanso mis vacaciones escolares, luego conseguí un trabajo como conductor de una carretilla elevadora en un almacén, durante once meses.

Durante todos mis días de estudiante, aunque siempre fui afortunado obteniendobecas, continuaba encargándome de todo tipo de trabajos a tiempo parcial, haciendo todo tipo de trabajos inimaginables en el negocio de la construcción (yo disfrutaba muchísimo ese tipo de trabajo físico). Incluso antes de empezar mis estudios profesionales de vos, yo cantaba en muchos conciertos de oratorio y recitales, que me permitían vivir con el dinero que yo ganaba, e incluso tener unagran vida. Desde esos días, nunca he tenido miedo de no ser capaz de ganarme la vida.

Desde todo lo que puedo recordar, mi madre siempre ha expresado su creencia en mí, por eso, gracias a ella yo he crecido creyendo en mi mismo, creyendo que yo podía hacer cualquier cosa. Estoy muy orgulloso de esto, y es una de las razones por las que disfruto cantando la canción “I believe in you”. Me recuerda...