MUSULMAnes
El documento comienza afirmando los puntos de convergenciaentre cristianismo e islam como religiones monoteístas. Recuerda que el concilio Vaticano II declara que “la Iglesia mira con estima a los musulmanes que adoran al Dios único, vivo y subsistente,misericordioso y omnipotente, creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres” (Nostra aetate, n. 3).
Señala que al hablar de Dios, “cristianismo e islam pueden reconocerse sin demasiadadificultad si se trata del Dios con el que la criatura humana puede estar en relación mediante el acto de fe, la oración, el deseo de cumplir su voluntad, de agradarle e incluso de amarle (lo que es verdaden la corriente mística del islam), en tanto que entidad eterna, creadora y benevolente.... Igualmente un enfoque metafísico revela numerosas similitudes”. Pero esto “no puede dejar en la sombra lasdiferencias e incluso las radicales oposiciones. La manera en que cristianos y musulmanes hablan de Dios es muy diferente”.
A continuación hace una muestra de estas diferencias.
“El islaminsiste fuertemente en la unicidad de Dios y no puede aceptar la revelación del cristianismo sobre el hecho de que Dios es Padre, Hijo y Espíritu. No se entiende la noción de Trinidad”, que se impugna ennombre del rechazo del politeísmo.
Tampoco puede haber Encarnación. “Esta es, para el islam, un atentado a la trascendencia de Dios”. “Los musulmanes rehúsan asociar toda criatura a Dios. No esposible ni serio afirmar que un ser pueda ser verdadero Dios y verdadero hombre”.
El documento episcopal advierte que para un cristiano “la impresión que emana de una lectura del Corán es que su...
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