Mutaciones urbanas

Pontificia universidad Javeriana
Mutaciones Urbanas
Daniel Amortegui

Al finalizar ambas lecturas, el artículo de El tiempo y el fragmento del texto de Jane Jacobs, me sentí bastanteidentificado con cada una de ellas ya que exponen situaciones que definitivamente he experimentado tanto acá en la ciudad de Bogotá como en mi ciudad de origen, Cúcuta.
Llevo tres años y medio viviendo en lacapital del país, por motivos de querer progresar en mis estudios, y a lo largo de estos años he vivido en el barrio Chapinero Alto, sitio bastante cerca de la universidad, por lo que se me facilita eltransporte ya que le he sacado el gusto a caminar todos los días a clase
. Coincidencialmente tengo que pasar por la zona de la 48 con séptima (ventana rota del artículo de El tiempo) entre dos ycuatro veces por día, es una gran cantidad de veces por semana lo que significaría un serio peligro para mí según lo expuesto en el artículo. Hago esta introducción para exponer mi punto de vista ycorroborar con el testimonio de los testigos que residen en esa zona y temen por su seguridad gracias a este punto fantasma. Afortunadamente no he llegado a ser atracado en esta zona específica, pero elsentimiento de poder ser una víctima no se me quita por más de que pase numerosas veces por este lugar, pues cualquier persona que me tope de frente o que venga detrás de mí se hace sospechosaautomáticamente y me obliga a acelerar el paso, incluso a bajarme del andén a la calle en caso de que sea necesario algún tipo de reacción, y aunque estas personas pueden ser tan inofensivas como cualquierotra, el sector las transforma automáticamente en personas con malas intenciones, es como si el edificio fantasma, viejo, destruido y peligroso se reflejara en cada una de sus caras y alertara unapeligrosidad inminente.
Por estas razones las alcaldías de cada ciudad deben prestar más atención a este tipo de lugares, pues no solo están para provocar inseguridad en las personas, sino también la...