MUÑOZ CAROLINA

La identidad del sentido: un vacío en el mundo.
Es inevitable, todos al menos una vez hemos sentido un “vacío interior”, algo que nos falta, que nos detiene para pensar o nos impulsa para cambiar, y que se vuelve un tema complejo, pues es una necesidad que va por debajo de lo básico.
Cuando tenemos hambre, sabemos que necesitamos comida. Cuando sentimos frío, entendemos que debemos abrigarnos.Pero, ¿Qué ocurre cuando desconocemos aquello que nos hace falta? Dejando de lado clases sociales y condiciones de vida, tipos de religión o ideales políticos; aquel vacío interno es un factor común al ser humano. ¿Será que este sentimiento nos indica que debemos darle un sentido a nuestras vidas, tomar otro camino? Es aquí donde ya entramos a otras interrogantes: ¿Cuál es el sentido de la vida?¿Cuál es el sentido de nuestra existencia? ¿Será la falta de este sentido lo que nos lleva al vacío?
Pensemos en aquello contrario a este sentimiento, a esa leve y momentánea sensación de saberse completo: ¿Cuándo y en qué circunstancias surge? ¿Existe realmente? Lo dudo, el ser humano siempre querrá más, puesto que no estamos hechos para la verdadera conformidad. Así, nos encontramos en una cíclicaronda de preguntas, mas me atrevo a afirmar que la incertidumbre del vacío es el motor del mundo.
Ahora bien, puesto que nadie experimentará el mismo tipo de inconformidad, se hace necesario asociar esta incesante sensación a la identidad propia de cada individuo. Pero ¿Cómo se construye la identidad?
Concentrémonos en el siglo XXI, época dominada por un fuerte e inconsciente narcicismo y unaauto-objetivación común en las últimas décadas.
Día tras día, millones de personas llenan las redes sociales con fotos de si mismos, con las tan conocidas “selfies” del ultimo tiempo, demostrando la necesidad de conectarse y mostrarse para formar el autoestima en base a lo externo, agregando efectos a imágenes de por si ya planeadas, pensadas con un objetivo en el receptor, todo en búsqueda de estaaprobación de las masas que por cierto, ya se ha vuelto una necesidad en la mayoría de los usuarios; confirmando la ya mencionada auto-objetivación en la que vive nuestra sociedad, pues el mismo individuo se preocupa de que se le valore más por la apariencia externa –que cabe destacar, está más que manipulada para gustar- que por el desarrollo interno. Así, la persona trata de llenar el vacío conel acogimiento que le ofrecen online, trata de sentirse mejor con la alimentación de los ‘likes’ en las redes sociales, trata de hacer más llevadera la búsqueda de un sentido al elevar el amor propio teniendo la aceptación de los demás.
Por lo demás, el narcisismo es visible incluso en organizaciones y Estados. Un gobierno que no escucha las demandas de su población, que beneficia a un reducidonúmero de la elite y que es capaz de sacar un provecho monetario de la confianza que la democracia representativa le ha otorgado –no es necesario mencionar los incontables casos de corrupción que se conocen año tras año-, no demuestra sino una carencia total de empatía y sensibilidad frente a las necesidades de los demás, un servicio en pro del bien propio, y no común; un siglo XXI a plenitud, pues“Cada época desarrolla su propia forma particular de patología y así, la cultura y personalidad narcisista caracterizarían a nuestro tiempo como la represión a la época de Freud” (José Luis Herrera. (1996). El narcisismo: epidemia de nuestro tiempo. Aunque sigue existiendo algo común a todo contexto, y es que el hombre tiende al individualismo de Narciso, precisamente porque debe otorgarle un sentidoa su vida: se encuentra tan desorientado respecto a su sentir, a aquellas preocupaciones visibles solo para él, que cae en el egocentrismo propio de toda preocupación interna.
Lo mismo ocurre con todo ámbito y temática. Los fervientes cristianos hacen de la religión su estilo de vida: la profesan, se rigen bajo ella y toman sus mandamientos como leyes propias. Utilizan el sentido que estas...