My Heaven

MY HEAVEN


No, eso no podía ser, seguramente tendría otra fuente de ingresos. “Sí, eso debe ser” se mintió a si mismo de nuevo. Llevaba horas dándole vueltas al asunto, pensando en posibles situaciones en las que Dong Wook no hubiera necesitado de ese dinero, pero, es que era imposible, sabía muy bien que a Se7en le encantaba gastar su dinero y seguramente ya no tendría nada, además noestaba haciendo una actividad en esos momentos así que no tenía ninguna fuente de ingresos. También había pensado en ir a la casa de sus padres, tal vez estuviese ahí, pero si no se encontraba con ellos sólo los preocuparía, y esa no era su intención.
Una vez más se paró del sillón y se dispuso a buscar en el apartamento pistas que lo ayudaran a dar con él; subió a la habitación y otra vez, no vionada, todo estaba vacío, como si nada habitará ese lugar “¿acaso se mudó?” se preguntó, aunque él sabía muy bien que Dong Wook no era capaz de eso, al menos no sin decirle antes. De eso estaba muy seguro.
Por último, se le ocurrió llamarle al celular, con suerte le contestaría, entonces el diría “¡Oh! Lo siento, no es que quisiera llamarte, es sólo que me equivoque de número, no lo malinterpretes”y sabía que Dong Wook sólo le diría “¿A si? Entonces colgaré primero” y ese sería el final de su conversación, pero al menos Choi sabría que se encontraba bien y podría irse en paz. Pero, para su desgracia no fue así.
El celular de Se7en sonó ahí mismo, hizo un estruendo horrible en la habitación que si Seung Hyun fuera cardiaco hubiera muerto ahí mismo. Y fue entonces cuando su mundo sederrumbó, se dejó caer de rodillas y cubrió su rostro mientras las amargas lágrimas que había estado conteniendo desde horas recorrían su rostro. Burlonas, traviesas, sínicas; como si se divirtieran con su desesperación. “¿Dónde estás amor?” era lo único que se repetía, como si en algún momento Se7en le fuera a responder.
El teléfono sonó, Choi se levantó rápidamente y contestó con cierta esperanza.
—¡Dong Wook! ¿Eres tú?
— ¿Señor Choi? —contestó una voz fémina del otro lado del teléfono.
— ¡Ah! Él no se encuentra en este momento pero ¿Qué es lo que desea? —dijo con resignación y conteniendo las lágrimas que estaban próximas a salir.
—Solo le hablamos para informarle que los trajes de matrimonio que ha ordenado ya están listos y pueden pasar a probárselos, él y su prometido, en cualquiermomento para los últimos ajustes—eso era la único que le faltaba, que una fémina le recordara lo estúpido que era. Y eso le bastó para caer de nuevo contra el frio suelo que alguna vez, en la compañía del mayor, fue cálido y confortable; dejó caer el teléfono, sin importarle dejar a la fémina con la palabra en la boca y que al contacto con el suelo este se rompiera, abrazó sus piernas fuertementey de nuevo las lágrimas comenzaron a brotar de sus oscuros orbes.
Y fue como si una película de todos sus recuerdos con el mayor pasara frente a sus ojos. Vio todas esa veces en que el mayor tenía que viajar fuera de Corea y se ponía depresivo porque no quería estar lejos de su hogar ni mucho menos de él, las veces en que Se7en lloraba frente al televisor por alguna película o drama, la vez enque su perro fue atropellado y estuvo sin comer por casi todo un mes, y también esas veces en el que el mayor se ponía melancólico y le preguntaba que si lo amaba. Pero como olvidar las veces en que Dong Wook le hacia esa misma pregunta “¿siempre estarás conmigo?” y él tenía que responderle que le era imposible dejar a una persona tan hermosa como él. ¡Ha! Ni siquiera pudo cumplir esa sencillapromesa de estar siempre con él. “Que podrido estás Seung Hyun” pensó mientras se abrazaba más a sí mismo.
¿Y ahora? Estaba sólo, sin él. Todo por una estupidez, Dong Wook estaba desaparecido y él no sabía qué hacer ni a donde ir. Tenía miedo, mucho miedo, tal vez más del que pudo haber tenido en toda su vida.

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La YG estaba...