Myriam Stefford
Una vida audaz
Un imponente mausoleo de 82 metros de altura, se levanta sobre la Ruta nacional
Número cinco. Enclaustrado en su abandono, encierra una historia que muchosconocen, pero
que pocos separan de la leyenda.
Fue construido en 1935, bajo las órdenes y delirios del escritor Jorge Barón Biza. Con 15
metros de cimentación, en su base se encuentran diversos objetos:retratos al óleo de una
bella mujer, un reloj de vuelo… Unos escalones llevan a una oscura cripta, donde se
encuentran los restos de la aviadora que enloqueció de amor a Barón Biza: Myriam Stefford.Había nacido en Lugano, Suiza, en 1905, bajo el nombre de Rosa Margarita Rossi
Hoffman. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, y siendo sólo una adolescente, decidió
iniciarse al deslumbrantemundo del cine.
Se bautizó a sí misma como “Myriam Stefford”, seudónimo artístico que la acompañaría
hasta el fin de sus días. Algunas películas por el viejo mundo le otorgaron cierto
reconocimiento, yse transformaría en signo de belleza de los años 20.
En el año 1928, conoció a un joven escritor, hijo de un importante hombre de negocios
cordobés. Su nombre era Raúl Barón Biza. Luego de unapasionado romance, la pareja
contrajo enlace dos años después.
El matrimonio intercaló su vida entre el urbanismo de Buenos Aires y las serranías
cordobesas. Fue cuando, por pedido de su esposo,Stefford abandonó la actuación. E
inmediatamente comenzó un curso de pilotaje. Con una persistencia insospechada,
comenzaba sus clases a las seis de la madrugada con el piloto - instructor Luis Fuchs.
Alpoco tiempo comenzó a planificar lo que llamó “Raid Catorce Provincias”. Consistía en
unir las capitales de las provincias de la Argentina a bordo de su pequeño avión “El Chingolo”.
Debía recorrerlos 4.500 kilómetros en sólo cuatro días. Y partió del aeródromo de Castelar, la
madrugada del 18 de agosto de 1931, acompañada de Fuchs. Declaró antes de salir:
“Volaré de sol a sol. No dejaré de...
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