Método de la moral

EPISTEMOLOGIA Y MÉTODO DE LA MORAL

Después de un recorrido por la historia de la humanidad, podríamos verificar los intentos por desentrañar el discurso religioso o de fe, del cientificista-tecnicista, esto más después de la revolución industrial, pero el redescubrimiento de lo plenamente humano no puede desarraigar de su reflexión el comportamiento y las consecuencias de su actuar. Sepretende replantear únicamente la técnica como si fuera esto lo verdaderamente humano, el homo factor, resplandece aún más que el homo sapiens o el homo capax Dei, por poner solo unos ejemplos. El hombre debe ser entendido desde todas sus capacidades, hay que recordar que es un ser de totalidad, universal, trascendente, no podemos cerrarnos a la reflexión por creer que es menos útil o práctico para suvida aún y cuando nos ha tocado vivir en un momento de total relativismo, es necesario recordar los presupuestos de su ser en totalidad. Hablar de la epistemología y método, o carácter científico de la moral, en su propia área, nos debe ayudar para poder hablar de ella como elemento integrador de la persona.
La misma historia de la moral nos demuestra sus intentos por mostrar su caráctercientífico, aunque este se desarrolla en los últimos dos siglos, XIX y XX, de manera más notoria. Desde los puros datos bíblicos-evangélicos, los manuales de confesores, los penitenciales, las summas, que ya ofrecen una perspectiva más sistemática, su referencia práctica en la confesión, los códigos de conducta, hasta llegar a los tratados de moral gracias al Concilio Vaticano II con su renovación delestudio teológico, que en el decreto Optatam totius no. 16 pone en diálogo a la moral con la modernidad y con la ciencia.
Es precisamente el Concilio quien le devuelve el estatuto dentro de la teología, la moral retoma de ella, de la teología, el método ya existente y lo marca con la peculiaridad de su discurso, esto mismo ya la eleva a ciencia, pues toda teología es ciencia si sigue los criteriosde buscar, desde la fe criterios de razón y de verdad.
Esta característica de la moral deberá brotar, según el Concilio, desde la luz del Evangelio y la experiencia humana. Se podría decir, desde la fe y la razón, haciendo una distinción, la unión se hace desde una unidad epistemológica, distinguiendo entre el orden de la fe y orden de la razón humana y de cualificaciones, entendiendo a laRevelación como plenitud de la razón humana. La teología moral no se circunscribe a prescribir y ordenar, a suministrar normas o reglas, sino que a punta ante todo a elaborar el sentido de la existencia y del obrar cristiano, a elaborar estructuras y criterios de decisión inspirados en el evangelio.
La luz del evangelio de la que se habla debe ser entendida, según Trento y después Lumen Gentium, como:saludable verdad y disciplina de costumbres. Evangelio que se convierte en ley, grabada en el corazón de los creyentes a través del Espíritu Santo. Hay unidad entre fe y razón, acción divina y acción humana, no podemos extraer de la Palabra el asentimiento que hace por ella el hombre a través de la razón. La Revelación es la fuente viva de la vida cristiana y, por lo tanto, del discurso teológico,debemos considerar a la Tradición y al Magisterio también como lugares teológicos añadidos a la Palabra.
Cuando se habla de la experiencia humana se hace referencia a la razón, los lugares teológicos son reflexionados por ella, así también cuando se trata de los problemas morales. La experiencia humana descubre la verdad, que como ya dijo Juan Pablo II en su encíclica Fides et Ratio, la fe y larazón constituyen las alas con las que el hombre se eleva para poder contemplar la verdad, el hombre hace uso de todas sus capacidades para llegar a la verdad y al bien, según su naturaleza.
Unidos a estos tres invariables componentes de la reflexión teológica, hay que añadir los propios del estudio moral, que ayudan en la estructuración epistemológica de la moral como ciencia y que según V....