Nación Mexicana

TRES PROCESOS FUNDATORIOS DE LA NACIÓN MEXICANA
Todas las sociedades reconocen en su proceso deconstrucción nacional la existencia de ciertos hechos históricos primordiales de los cuales derivan sus títulos
de identidad. El presente texto aborda para el caso mexicano las tres revoluciones sociales ocurridas desde 1810, la independencia, la reforma liberal y la revolución de 1910. Se les enfocacomo una continuidad en cuyo desarrollo se fragua la nacionalidad mexicana, vista como una realidad y como un proyecto en permanente mutación. Y segundo, el carácter emancipatorio que revisten estas revoluciones en distintos ámbitos de la vida colectiva.

LAS REVOLUCIONES EN EL HORIZONTE ACTUAL
Hace no mucho el historiador norteamericano Alan Knight formulaba algunas preguntas sobre larevolución mexicana, que pueden plantearse con la misma pertinencia a los tres movimientos sociales sobre los que reflexiono en este texto. Tales cuestiones eran: ¿Han muerto como procesos de cambio sociopolítico en México? ¿Han sido relegadas al basurero de la historia, para ser rastrilladas nada más por pepenadores académicos? No son nuevas, por supuesto; desde los años cuarenta intelectuales tanprestigiados como Daniel Cosío Villegas y Jesús Silva Herzog hicieron los mismos cuestionamientos. Ocupémonos primero de las objeciones a las revoluciones como motores de transformación social. También se pone el énfasis en la destrucción que traen consigo las revoluciones, que son incapaces de preservar las grandes bondades del viejo sistema y de construir mejores alternativas. De las revoluciones deindependencia iberoamericanas, ni se diga, según los teóricos del conservadurismo ninguna de ellas pasó de ser una insurrección que modificó tan sólo el carácter de las élites del poder, en un clásico "quítate tú para ponerme yo". Quizá vale la pena recordar que las revoluciones y por supuesto la reflexión sobre las mismas se desplegaron desde siempre en la historia de las sociedades humanas. No esociosa esta remembranza, porque quienes rechazan el papel de las revoluciones en la historia suelen olvidarse de la necesidad que se tiene de mirar hacia el pasado lejano. Durante milenios el tópico de la revolución ha estado presente en las reflexiones de aquellos que se han ocupado de las cosas humanas. Inquirían sobre la naturaleza de la revolución, la cuestión del poder político, la lucha porla libertad, la igualdad o la justicia, los cambios en las condiciones de los opiimidos, las modificaciones en los sistemas de producción y distribución, la justificación de la revolución en el derecho a la desobediencia civil, a la resistencia contra la tiranía, a la secesión, a la rebelión colonial contra los imperios.Así que las generaciones del futuro podrán hablar de la tercera o de lacuarta revolución tecnológica, pero el mismo concepto de revolución social les será totalmente extraño.
Igual sucedería con cualquier gobierno latinoamericano o africano que buscara salirse del redil tendido por las grandes empresas y sobre todo por el poderío militar de Estados Unidos. De seguro las nuevas revoluciones políticas, económicas y culturales caminarán por sendas distintas e inéditas.Dibujado este contexto histórico universal, es posible replantear las preguntas iniciales sobre las revoluciones mexicanas para ensayar respuestas más acabadas. Pero si advertimos cómo el empuje de las movilizaciones y la radicalización gradual de sus propuestas vinieron desde abajo, entonces podemos entender por qué estas revoluciones siguen vivas en la conciencia colectiva, a pesar de todos lospesares

LA REVOLUCIÓN DE INDEPENDENCIA
Como sucedió con todas las repúblicas iberoamericanas que sucedieron al desmoronamiento del imperio español, la nuestra partió de varias premisas ineludibles legadas por el régimen colonial: idiomas unificadores, religión única, gran propiedad, clero y ejército dominantes, abismos sociales entre las clases, estancamiento demográfico, cultura y mentalidades...