Nacimiento De La Nación
El proceso que lleva a formar una nación es cualquier cosa salvo sencillo y lineal. Pueden pasar muchos siglos, y no digamos sobresaltos y cambios, hasta que una comunidad política prenacional se conviertaen nación en el sentido ilustrado y democrático del término, que es el que aquí adopto. Sólo por razones de comodidad, y a causa de la humana inclinación por los mitos fundacionales, ponemos a las naciones una fecha de nacimiento. Así, la nación de los Estados Unidos habría nacido en el bostoniano motín del te que condujo a su revolución anticolonial, y la francesa en el vibrante asalto a la infameprisión de la Bastilla. En el caso de la nación española, la fecha equivalente es el 2 de mayo de 1808. Ya saben, la famosa rebelión armada del pueblo de Madrid contra la ocupación napoleónica y todo eso.
¿Así que sostiene usted –se preguntarán algunos- que antes del 2 de mayo no cabe hablar con propiedad de nación española? Pues más o menos (y tampoco es una idea original mía), y me explico.Como en Francia, o con más claridad en las actuales Alemania e Italia, lo que había en España era un conjunto de reinos y señoríos con poca más unidad que formar parte del patrimonio personal del Rey y de su dinastía. Esa agregación de Estados estaba separada por fronteras interiores y leyes e instituciones diferentes, que subsistían en 1808 pese al proceso unificador, con la abolición foral delos reinos de la Corona de Aragón, emprendida por los Borbones. No existía nada semejante a la idea de ciudadanía, y por eso los súbditos de la Corona de Castilla y los de Aragón tenían, por ejemplo, distinto trato para instalarse en América, derecho limitado para los segundos porque los reinos americanos dependieron largo tiempo de Castilla mientras que los de Nápoles y Sicilia lo hacían de lade Aragón. Para decirlo brevemente: no había ciudadanía española porque no había nación española, es decir, una comunidad política articulada en un Estado común con instituciones y leyes iguales. Lo único común era la monarquía, y ésta no estaba sometida a una Constitución, sino a las leyes particulares de sus muchos reinos y señoríos; leyes impotentes para controlar de verdad al Rey y a susvalidos o ministros, pese al mito vasco del “pase foral”, o al requisito de autorización de las Cortes de Castilla para guerras y gastos (liquidado por Carlos I, que convirtió a Castilla, para su desgracia, en la vaca lechera preferente de la monarquía imperial).
Los acontecimientos del 2 de mayo de 1808, y de los días siguientes, son de sobra conocidos. Me interesa poner de relieve un aspecto de...
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