Nacimiento de la tragedia
El mundo se justifica y se redime por la belleza. El arte salva. Desde la caída del esplendor griego, que tiene lugar de forma paralela a la decadencia dela tragedia en Eurípides, en el hombre occidental ha decaído el instinto de belleza en favor del saber racional que ha dado lugar a la ciencia natural y a la técnica.
Dos dioses, Apolo y Dioniso, presiden en la naturaleza dos grandes instintos artísticos, que se alternan ejerciendo su influencia cíclicamente: el apolíneo y el dionisíaco.
Estos dos instintos artísticos de la naturalezase encuentran y funden entre sí de forma plena en la tragedia griega, donde se dan cita la visión cruda del dolor de la vida, simbolizado en Dioniso, junto a la belleza de las imágenes apolíneas. En la tragedia, bajo la forma de los distintos personajes, se conmemoraba al dios Dioniso, cuyo torrente venido de Asia era sublimado y canalizado por las formas armoniosas de Apolo. Hemos de concebir latragedia griega como un coro dionisiaco que una y otra vez se descarga en un mundo apolíneo de imágenes. Por el contrario, el culto dionisiaco suponía normalmente fuera de Grecia una fuerza tan avasalladora que desgarraba todos los límites y conducía a excesos de todo tipo. La tragedia es la expresión suprema del genio griego, según el joven y romántico Nietzsche.
Frente a una tragedia griegasomos incompetentes porque, en buena parte, su efecto principal descansaba sobre un elemento que se nos ha perdido, la música. El origen de la tragedia está en el espíritu de la música, símbolo universal y lenguaje inmediato de la voluntad, superior al lenguaje verbal. En concreto, es la música ditirámbica de los seguidores del dios Dioniso la que, a través de la excitación del estado de ánimo,provoca la conexión con el drama de la naturaleza. Es la que libera de la lógica individual. El lenguaje y el estado de conciencia habitual no permiten conectar con el drama dionisiaco, sino más bien ocultarlo. La música hace intuir símbolos y los dota de significación. La música es soberana y previa al lenguaje; es la esencia de la tragedia.
El ciudadano griego se acercaba a la tragedia nocomo lo haría el espectador intelectualizado occidental, sino con un vivo interés natural hacia un drama en el que él mismo se vería transformado. Es el coro dionisiaco el que, embriagado por la música ditirámbica, embargado de placer y sufrimiento, transformado, contagia al público su visión dionisiaca del corazón doliente de la naturaleza. De este modo, se rompe la separación entre público y coro. La muerte de los personajes en la tragedia es un mal aparente. En el fondo, la tragedia está portando un consuelo metafísico en el más elevado sentido. La existencia individual es sueño, apariencia que es exterminada, evidenciándose de este modo la vida unitaria que subyace tras el mundo de las formas, que constantemente nacen y mueren. La tragedia refleja ese juego de la construcción y la...
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