NADA BUENO ESTO
remoto de mi primer siglo. Mi casa, callada y en orden a las seis y cuarto, empezaba
a gozar los colores de unaaurora feliz. Damiana cantaba a toda voz en la cocina, y
el gato redivivo enroscó la cola en mis tobillos y siguió caminando conmigo hasta mi
mesa de escribir. Estaba ordenando mis papeles marchitos,el tintero, la pluma de
ganso, cuando el sol estalló entre los almendros del parque y el buque fluvial del
correo, retrasado una semana por la sequía, entró bramando en el canal del puerto.
Era porfin la vida real, con mi corazón a salvo, y condenado a morir de buen amor
en la agonía feliz de cualquier día después de mis cien años.
MayoSalí a la calle radiante y por primera vez me reconocí amí mismo en el horizonte
remoto de mi primer siglo. Mi casa, callada y en orden a las seis y cuarto, empezaba
a gozar los colores de una aurora feliz. Damiana cantaba a toda voz en la cocina, y
elgato redivivo enroscó la cola en mis tobillos y siguió caminando conmigo hasta mi
mesa de escribir. Estaba ordenando mis papeles marchitos, el tintero, la pluma de
ganso, cuando el sol estalló entrelos almendros del parque y el buque fluvial del
correo, retrasado una semana por la sequía, entró bramando en el canal del puerto.
Era por fin la vida real, con mi corazón a salvo, y condenado amorir de buen amor
en la agonía feliz de cualquier día después de mis cien años.
MayoSalí a la calle radiante y por primera vez me reconocí a mí mismo en el horizonte
remoto de mi primer siglo. Micasa, callada y en orden a las seis y cuarto, empezaba
a gozar los colores de una aurora feliz. Damiana cantaba a toda voz en la cocina, y
el gato redivivo enroscó la cola en mis tobillos y siguiócaminando conmigo hasta mi
mesa de escribir. Estaba ordenando mis papeles marchitos, el tintero, la pluma de
ganso, cuando el sol estalló entre los almendros del parque y el buque fluvial del...
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