Nada Cambiar Mi Mundo

Nada cambiará mi mundo


Era verano del año 1946, entraba una tenue luz por la diminuta ventanilla de aquel oscuro, estrecho y tenebroso cuarto, toda la luz que dejaban pasar las negruzcas cortinas ya llenas de hollín.

Amanda se removió incómoda en su puesto, las cadenas lastimaban sus delicadas y ya débiles manos, no comprendía aún porque se encontraba ahí, aquel lugar era frío y vacío, apenaspodía escuchar su respiración, palpó levemente sus brazos los cuales se encontraban llenos de cicatrices. Esos momentos a solas le permitían reflexionar, trataba de olvidarlo todo y soñar con mundos ideales llenos de fantasías. Pero hoy no lograba concentrarse, se encontraba preocupada por Tomás, aquel niño que le había dado sentido a su existencia mientras se encontraba encerrada, la visitabadía por día cada vez que Antonio salía a quién sabe dónde, entraba por la pequeña ventana no sin antes verificar que nadie lo observara, se sentaba al lado de la niña y le platicaba sus aventuras, le contaba historias y le cantaba algunas veces, con su melodiosa y dulce voz acompañado por una antigua guitarra tirada en la habitación. Era un chico de unos 11 años de edad, de estatura media, ojosazules profundos como el cielo, piel blanca, cabello como el oro y por su frente colgaban algunos mechones de pelo, vestía con unos humildes harapos, pues era un niño que había sido abandonado por sus padres y a duras penas sobrevivía en una casa de refugio, sin embargo era un niño noble, de buen corazón y en su cara siempre relucía su enorme, hermosa y reconfortante sonrisa que conmovían a cualquiera.Éste conoció a Amanda un día que pasaba por allí y escuchó unos lamentos y sollozos, se asomó cautelosamente y extrañado, de inmediato su sonrisa se borró al ver que provenían de una niña a la cual un hombre le golpeaba sin misericordia, esperó a que el malandro saliera de su casa y aprovechó para entrar, se introdujo en el cuarto y vió el lamentable estado de la chica, encadenada , ésteconmovido por la tristeza la abrazó, la menor al principio no sabía cómo reaccionar pero al cabo se dejó fundir en un cálido abrazo. El chico comenzó a formularle preguntas pero ella, confundida y asustada no respondía, éste no le dio mayor importancia pero le prometió volver al día siguiente. Así fue como comenzó a asistir cada día, a la misma hora y sin faltar, la chica nunca se atrevía a hablar peroTomás tenía la esperanza de que algún día le dijera algo para poder ayudarla.

Amanda cuando recordaba todo esto, una sonrisa se formaba en su rostro , pero ese día se desvaneció de inmediato cuando recordó el motivo de su angustia: Hacía una semana Tomás estaba como de costumbre hablándole cuando, repentinamente Antonio entró al cuarto , al chico no le dió tiempo de esconderse, cuando el hombre lovió enrojeció de la furia y avanzó contra el chico , pero el menor era más ágil y salió por la ventana - desde ese día no había vuelto - el otro cegado por la furia arremetió contra la inocente criatura, quien lo miraba buscando algo de compasión en sus ojos pero no encontraba más que frialdad.

Llegaban uno por uno aquellos malos y buenos recuerdos mientras que rodaban lágrimas del manantial desus ojos, ¿cómo se olvidaría de ese día en el que un miserable abusó de ella? ¿Cómo olvidaría ese día en el que dejó su inocencia para inundarse en un mar de tristeza? Todo ese dolor que guardaba era incomparable.

Lo que más le dolía era recordar que hacía una semana se había atrevido a decirle quien era a Tomás para que este pudiera ayudarla ; el chico había prometido que pronto la sacaría de eseencierro porque estaba ideando un plan, pero Amanda temía que a éste le hubiera sucedido algo o hubiera olvidado su promesa.

Estaba sumida en sus pensamientos cuando, bruscamente Antonio abrió la puerta, como solía hacerlo, entró y le dijo a Amanda que en un rato se marcharían, y que debía bañarse y organizarse para no levantar sospechas en el pueblo. A ella le parecía todo muy extraño, pero...