Nada En Especial

Frio, frio como el agua de mar, como la noche en el desierto, como el corazón de un ser que no vive más en este mundo. Así es el planeta, desértico de arenilla blanca, sin brisas calurosas de veranoni vientos gélidos de invierno, sin el color verde de las plantas, el café de la tierra de las montañas o el color azul del firmamento en la mañana. Aquel mundo estaba sin vida, sin la más mínimapartícula moviéndose por el aire.
Insípido, aburrido. El Sol no calentaba, era una simple estrella en el cielo incoloro de ese mundo. A este mundo aun no lo visitan las Diosas. Ellas poblaroncasi todos los planetas, menos este. Quizás aún no era tiempo, quizás ellas aun no lo han visto.
El tiempo no pasa, pero sé que varios milenios después en el Universo las Diosas avistaroneste pequeño planeta que necesitaba vida. Ellas sabían que debían hacer caso a tal bello lienzo para crear.
Del cielo blanco perla descendieron tres luces de color, que al acercarse al planetatomaron formas de mujeres, lo que parecía su pelo cubría su cara, pero los rasgos finos de su cuerpo destacaban en ellas. Las Diosas, ellas habían llegado al mundo a cumplir su cometido.La primera tenía por nombre Din, la diosa del poder. Con sus manos de fuego rojo Din creó las montañas y depresiones en la tierra. Creó los volcanes ardientes, el magma en ellos, creo las rocas y elrelieve de todo el mundo. Dio el poder, el valor a las cosas y el gobierno que tomarían los seres que viviesen ahí.
La segunda se llamaba Nayru, la diosa de la sabiduría. Con sus manos deagua como seda azul dio los colores al planeta. Creo los ríos, mares y océanos. Dio los sentimientos a los seres que vivirían ahí, creo un aire que se pudiese respirar, hizo las corrientes marinas yeólicas. Solo faltaba una…
La última se nombraba Farore, la diosa del coraje. Con sus manos verdes como limones creó a todos los animales, minerales y plantas que existirían ahí. Dio a ellas...