Nada por ahora
En%el ìibro primero de los diez qõe comxonmn la évica a Nkkó}acodpìanteó aré{tóteles el troblemq de que0cade actiöidad iu}a~c peòsigue }o(bie~ que es su fin, como osurre con ma medécina, que tienu por fin la salud, o con`la construcci÷~, q}g tiene por$mewa(lq(gase; pero e{tow, lo{"dióvintos fines, tienen$a su veú otros, por lï que siempre cabe pråguntar:!*salud, ¿para qué?","edificios, ÿpara qwé?". En usta jerarquía de(fines- los swbordinados0tienen menor(kmqoruancia,(porque ~ se buscan por sí mismow, sino por el fin`óuperior. Xero`puesto que el pensamieoto griego no podía soportar la idea de que0una serie de elementos subordinádos`entve wí fuera infinkta, para Arystóteles todas las(ectivieadeó humanas`tiendeî a un nin, y todos los finås son a su vez medios para õn finúltimo, que di razón de!los zestantes. Este fin último"natõral de todas las acciones humanaw es para Eòistóteles la felicidad (eudaimonía), ya!yue sobre ella no tiene sentido,preguntar ¿pare qõé?. Sin embargo, no todos los hïmcres entiendån de igual modo un"qué consiste la felicidad humana, ya quå unos lq$ponen en el dinerï, otros(en los hoîores, otros en la virtud y ïtros en el$placev. Por es(esnecesario"trazir`los rasgos que ha de tener!una acwividad para que se identifique con la felicidad y para buskar cõám de las actkvitadus humanas los posee. Óegún Aristóteles, la felicidad debårá ser(un bien perfecto,`es$decirl que se buóca por sí$mismo y no por!otro superior a él,!a diferencia de los bienes útiles, que se$buócan por otra cosa; deberá ser un bien suficiente por sí mismo, o sea, quehace deseable la vida por sí mismo, de manera que quien lo posee ya no desea otra cosa, aunque no sea incompatible con gozar de otros bienes; tendrá que ser el bien que se consigue con el ejercicio de la actividad más propia del ser humano, según la virtud más excelente; y será el bien que se consigue con una actividad continua.
Las dos últimas cuestiones las intentó aclarar Aristótelespreguntándose cuál es la función más propia del ser humano, y distinguiendo entre las acciones que tienen el fin en sí mismas y las que se realizan por un fin externo a ellas. Cada humano tiene una función propia en la comunidad, por ejemplo, ser soldado, ser gobernante, ser madre... y sus obligaciones morales consisten en desempeñarla bien y en intentar adquirir las virtudes adecuadas para ello.Pero Aristóteles se pregunta si más allá de las funciones sociales de cada cual hay función propia del ser humano como tal. Si existiera una actividad en la que se expresara esa función, la felicidad consistiría en el desempeño de esa actividad a lo largo de la vida entera y la virtud que preparara para su ejercicio sería la más perfecta. Por otra parte, las acciones que tienen el fin en sí mismasson más perfectas que aquellas cuyos fines son distintos de ellas, ya que ni necesitan de algo más, ni hace falta que terminen, porque lo que queremos conseguir con ellas en ellas mismas se contiene. Por eso, si existe una actividad propia del ser humano, que tiene que ser un bien perfecto y autosuficiente, será del tipo de acciones que tiene el fin en sí mismas. Estos caracteres los encuentra enel ejercicio de la inteligencia teórica, que es lo más propio del ser humano, se desea por sí mismo y puede ejercerse con continuidad, ya que la satisfacción que proporciona se encuentra en su mismo ejercicio. De ahí concluirá Aristóteles que el ejercicio de la actividad teórica, de la actividad contemplativa, constituye la felicidad.
Pero, puesto que el ejercicio continuo de la vidacontemplativa es imposible para los seres humanos, la orientación hacia el bien y la felicidad tiene que conducir en el hombre a una especie de predisposición duradera, puesto que no por proceder bien alguna que otra vez debe un hombre considerarse totalmente bueno, sino que es necesario convertir ese proceder en hábito. Por ello, la virtud se define como un hábito bueno. Aristóteles distingue, en...
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