Nada

Título
Con posterioridad al debate organizado por el IPS Horacio González, entrevistado por el portal La Paco Urondo, decía: “si se lleva a las clases populares, que adhieren muchas veces a laseguridad que dan los sindicatos reformistas y burocráticos, hacia mayores sacrificios, creo que se produciría efectivamente un tipo de fisura social que podría terminar nuevamente en catástrofes quepagarían los que son más vulnerables y más desprotegidos”. Previamente el referente de Carta Abierta había señalado, en respuesta a Christian Castillo, que plantear un horizonte signado por la crisiscapitalista mundial presuponía “proponer horizontes sacrificiales extremos a un conjunto grande la población”.
De más está decir que la perspectiva de la crisis mundial fue señalada en la propiacharla como un hecho, y no como un “horizonte” propuesto por los marxistas del PTS. No prepararse para cuando la crisis mundial golpee de lleno la economía nacional sería caer en la ilusión de queArgentina estaría desacoplada de la mayor crisis capitalista en décadas, y una muestra de “provincianismo” ante la situación mundial, al que oponemos un internacionalismo obrero y socialista, quepreanuncie sin velos la realidad a la clase obrera y el pueblo.
Pero González obvió señalar algo aún más importante, y es que en Argentina ya tuvimos síntomas recientes que preanuncian que las perspectivasde crisis, “catástrofes” y mayores luchas de clases, ya están inscriptas en el final del ciclo kirchnerista enmarcado dentro de la crisis mundial. No solamente la confrontación del año 2008 queopuso al gobierno con las patronales agrarias se dio al calor del golpe de la crisis internacional, sino que asistimos luego a distintas coyunturas donde la lucha de clases desbordó por izquierda alkirchnerismo mostrando los contornos de los escenarios por venir. Lo más reciente fue a fines del 2010 en las semanas que van del asesinato de Mariano Ferreyra, los Qom, a los sucedidos en el Parque...