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La primera parte del Quijote está dedicado al duque de Béjar, personaje que no pareció interesarse mucho por la obra de Cervantes. En el prólogo se indica de manera explícita que, por decisión inequívoca delautor, el libro “todo él es una invectiva contra los libros de caballerías” (Prólogo, pág. 21), hecho que se confirma cuando inserta en el mismo prólogo una serie de poesías burlescas firmadas, supuestamente, por personajes de esos mismos libros que pretende satirizar —como Amadís de Gaula, por ejemplo—. Así pues, con la lectura del prólogo, el lector de la época sabía que se disponía a iniciar unaobra literaria con clara intención paródica.
2. El primer capítulo de la obra supone la presentación del protagonista cuyos rasgos, punto de partida de su perfectamente trazada evolución psicológica, quedan ya singularizados. ¿Cuáles son esos rasgos?
Se trata de un hidalgo manchego pobre, de cierta edad y algo escuálido, de nombre dudoso y que malgasta sus escasos recursos en su aficiónfavorita: los libros de caballerías. Y es ese gusto desmedido por la lectura de tales obras lo que le lleva en su demencia a intentar resucitar el mundo de los caballeros andantes:
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero,salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y unasobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años.
Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro , gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste casoescriben, aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba Quijana. [...]
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso —que eran los más del año—, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto,que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y, así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; [...]
En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro de manera que vino a perder eljuicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo” (I, 1, págs. 39-42).
3. Elviejo hidalgo, que termina por no distinguir entre vida y literatura, decide hacerse caballero andante. Para ello sigue una serie de pasos antes de ir en busca de aventuras. Señala dichos pasos.
Nuestro protagonista se hace con unas viejas armas de sus antepasados que aún conserva, “compone” una especie de celada y discurre hasta poner nombre a su caballo (Rocinante), a sí mismo (don Quijote...
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