Nada

Sabemos ya que el Golpe Militar de 1973 propinó, efectivamente, un “golpe”
desarticulador a las fuerzas políticas y al tejido social, alterando profundamente los modos de convivencia estructurales ycotidianos de la sociedad chilena. Los atentados graves
contra los derechos humanos y la mano autoritaria que acallaba cualquier descontento
ante las reformas económicas, propició un primer tipo deagrupamientos colectivos urgidos
por una necesidad de sobrevivencia, desarrollando estrategias de autoprotección contra
las prácticas de crimen, tortura y desaparecimiento de personas queimplementaba el
régimen militar. Esta autoprotección implicó la creación de redes clandestinas o bien
resguardadas al alero de la Iglesia que agruparon acciones de búsqueda de personas, seguimiento delrastro de los desaparecidos, camuflaje de los perseguidos, entre otras. En
definitiva, se trataba de asociaciones colectivas que funcionaban al margen de cualquier
canal regular y con nula visibilidad,para paliar los efectos aterradores de la represión
política sistemática
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.
Estas redes fueron creando un espacio de socialización e identidad que reemplazó a las
que pudieron haber tenidovigencia hasta el Golpe, llámense sindicatos, movimientos
poblacionales, federaciones estudiantiles, etc., y posibilitó la formación de prácticas cooperativas y solidarias que sirvieron de base para otrasagrupaciones futuras, de distinto
calibre. Estamos hablando de las organizaciones de subsistencia económica que otorgaron apoyo a los pobladores marginales cesantes después de la crisis económica delaño
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2
. Aparecieron, entonces, sin ser demasiado distintas ni excluyentes respecto de las
anteriores y en muchos casos convocando a los mismos sujetos, asociaciones de Ollas
Comunes, FeriasPopulares, Trabajos Solidarios, etc. Estas organizaciones hicieron las
veces de “colchón” para sostener a la gran masa desempleada, víctima principal de las
políticas de ajuste
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; la población,...