Nada
Había una vez un árbol tan bueno, pero tan bueno, que además de sombra daba sombreros.
Este árbol se llamaba Sombrera y crecía en una esquina del bosque de Gulubú.
Las gentes que vivíancerca acudían al árbol pacíficamente todas las primaveras, cortaban los sombreros con suavidad y los elegían sin pelearse: esta gorra para ti, este bonete para mamá. Esta galera para el de más allá,este birrete para mí.
Pero un día llegó al bosque un comerciante muy rico y sinvergüenza llamado Platini. Atropelló a todos los vecinos gritando:
* ¡Basta, todos estos sombreros son para mí, mellevo el árbol a mi palacio!
Todo el mundo vio con gran tristeza cómo el horrible señor Platini mandaba a sus sirvientes a que desenterraran el árbol.
Los sirvientes así lo hicieron y lo acostaronsobre un lujoso automóvil de oro con perlitas.
Una vez en el palacio, el señor Platini mandó plantar la sombrera en su jardín.
El árbol crecía raquítico y de mala gana, cosa que enfurecía al señorPlatini.
El señor esperaba que floreciera para poner una sombrería y vender los sombreros carísimos y con ese dinero comprarse tres vacas, y luego venderlas, y con el dinero adquirir medio palacio más yluego venderlo, y con el dinero comprarse un montón de dinero y guardarlo.
Por fin llegó la primavera, y el árbol floreció de mala gana unos cuantos sombreritos descoloridos.
El señor quiso mandarloa cortar inmediatamente, pero el viento, que se había enterado de toda la historia, se puso furioso.
Y el viento dijo:
-Yo siempre he sido amigo de los vecinos de Gulubú, no voy a permitir que lesroben sus sombreros así no más.
Y se puso a soplar como un condenado, arrancando todos los sobreros del árbol.
El señor Platini y todos sus sirvientes salieron corriendo detrás de sus sombreros, peronunca los pudieron alcanzar.
Corrieron y corrieron y corrieron hasta llegar muy lejos, muy lejos del bosque de Gulubú y perderse en el desierto de Guilibí.
Entonces los vecinos aprovecharon y se...
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