nada
La templanza y felicidad que mostró Guidodurante su presentación nos hace bien a todos pero, principalmente, creo que le hace muy bien a él. Cuando lo escuché no pude evitar sentirme identificado con mucho de lo que decía, yrecordé lo que me tocó vivir hace casi 20 años, cuando fui el nieto 52º que recuperaba su identidad. Aunque tengamos un origen similar, el haber nacido durante el cautiverio de nuestrasmadres o, como ocurrió en otros casos, el haber sido separados de sus padres siendo niños, todas las historias de nietos recuperados son diferentes y todos reaccionamos distintotambién.
Me resultó muy difícil asimilar a los 17 años que quienes yo creía mis padres no lo eran”
Fue muy difícil para mí asimilar a mis 17 años —hoy tengo 36— que quienes yo creía mispadres en realidad no lo eran. Nunca antes había tenido dudas sobre ello. Ese momento marcó un antes y un después en mi vida, me tocó madurar de golpe. Todo ese tiempo, sin saberlo, mifamilia biológica me había estado buscando incansablemente. Aún no me conocían y ya me querían. Cuando los resultados de los análisis genéticos confirmaron que yo era el hijo de Y
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