Nada

Páginas: 6 (1252 palabras) Publicado: 14 de octubre de 2012
NO OYES LADRAR LOS PERROS

Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal dealgo o si ves alguna luz en alguna parte.

No se ve nada.

Ya debemos estar cerca.

Sí, pero no se oye nada.

Mira bien.

No se ve nada.

Pobre de ti, Ignacio.La sombra larga y negra de los hombres siguió moviéndose dearriba abajo, trepándose a las piedras, disminuyendo y creciendosegúnavanzaba por la orilla del arroyo. Era una sola sombra, tambaleante.La luna venía saliendo de la tierra, como una llamarada redonda.

Ya debemos estar llegando a ese pueblo, Ignacio. Tú que llevaslas orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes ladrar los perros. Acuérdateque nos dijeron que Tonaya estaba detrasito del monte. Y desde quéhoras que hemos dejado el monte. Acuérdate, Ignacio.

Sí,pero no veo rastro de nada.

Me estoy cansando.

Bájame.El viejo se fue reculando hasta encontrarse con el paredón y serecargó allí, sin soltar la carga de sus hombros. Aunque se le doblabanlas piernas, no quería sentarse, porque después no hubiera podidolevantar el cuerpo de su hijo, al que allá atrás, horas antes, le habíanayudado a echárselo a la espalda. Y así lo había traído desdeentonces.

¿Cómo te sientes?

Mal.Hablaba poco. Cada vez menos. En ratos parecía dormir. En ratosparecía tener frío. Temblaba. Sabía cuándo le agarraba a su hijo eltemblor por las sacudidas que le daba, y porque los pies se le encajabanen los ijares como espuelas. Luego las manos del hijo, que traíatrabadas en su pescuezo, le zarandeaban la cabeza como si fuera unasonaja.Él apretaba los dientespara no morderse la lengua y cuandoacababa aquello le preguntaba:

¿Te duele mucho?

Algo

contestaba él.Primero le había dicho: «Apéame aquí... Déjame aquí... Vete túsolo. Yo te alcanzaré mañana o en cuanto me reponga un poco.» Se lohabía dicho como cincuenta veces. Ahora ni siquiera eso decía.

 
Allí estaba la luna. Enfrente de ellos. Una luna grande y coloradaque les llenaba de luzlos ojos y que estiraba y oscurecía más su sombrasobre la tierra.

No veo ya por dónde voy

decía él.Pero nadie le contestaba.El otro iba allá arriba, todo iluminado por la luna, con su caradescolorida, sin sangre, reflejando una luz opaca. Y él acá abajo.

¿Me oíste, Ignacio? Te digo que no veo bien. Y el otro se quedabacallado.Siguió caminando, a tropezones. Encogía el cuerpo y luegoseenderezaba para volver a tropezar de nuevo.

Éste no es ningún camino. Nos dijeron que detrás del cerroestaba Tonaya. Ya hemos pasado el cerro. Y Tonaya no se ve, ni se oyeningún ruido que nos diga que está cerca. ¿Por qué no quieres decirmeque ves, tú que vas allá arriba, Ignacio?

Bájame, padre.

¿Te sientes mal?

Sí.

Te llevaré a Tonaya a como dé lugar. Allí encontraré quientecuide. Dicen que allí hay un doctor. Yo te llevaré con él. Te he traídocargando desde hace horas y no te dejaré tirado aquí para que acabencontigo quienes sean.Se tambaleó un poco. Dio dos o tres pasos de lado y volvió aenderezarse.

Te llevaré a Tonaya.

Bájame.Su voz se hizo quedita, apenas murmurada:

Quiero acostarme un rato.

Duérmete allí arriba. Al cabo te llevo bien agarrado.Laluna iba subiendo, casi azul, sobre un cielo claro. La cara delviejo, mojada en sudor, se llenó de luz. Escondió los ojos para no mirarde frente, ya que no podía agachar la cabeza agarrotada entre lasmanos de su hijo.

Todo esto que hago, no lo hago por usted. Lo hago por su difuntamadre. Porque usted fue su hijo. Por eso lo hago. Ella me reconvendríasi yo lo hubiera dejado tirado allí, donde loencontré, y no lo hubierarecogido para llevarlo a que lo curen, como estoy haciéndolo. Es ella laque me da ánimos, no usted. Comenzando porque a usted no le debomás que puras dificultades, puras mortificaciones, puras vergüenzas.Sudaba al hablar. Pero el viento de la noche le secaba el sudor. Ysobre el sudor seco, volvía a sudar.

Me derrengaré, pero llegaré con usted a Tonaya, para que...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • la nada de nada
  • nada de nada
  • nada de nada
  • nada de nada
  • no se nada nada nada
  • Nada nada nada
  • Nada de nada
  • Nada de Nada

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS