NADA

Isabel Monal Se lee en la Crnica Mexicyotl Nunca se perder, nunca se olvidar, lo que vinieron a hacer, lo que vinieron a asentar en las pinturas su renombre, su historia, su recuerdo Siempre lo guardaremos nosotros hijos de ellos Lo vamos a decir, lo vamos a comunicar, a quienes todava vivirn, habrn de nacer Estas reveladoras palabras de Tezozmoc, cronista mexicana que vivi en los das del nuevopoder hispnico, evidencian el valor que concedan los aztecas a la historia y su empeo, aun ante la derrota, por sobrevivir en el recuerdo de los tiempos como forma, en definitiva, de proyectar su existencia en el futuro. Sin duda, solo una gran cultura poda llegar a desarrollar un sentimiento tan poderoso de identidad histrica. Los aztecas, herederos de la rica cultura nhuatl que haba florecido enMesoamrica durante siglos y de la cual eran ellos mismos parte, constituyeron una cspide entre las civilizaciones que se desarrollaron en el continente americano antes de que la conquista hispnica tuviera lugar. Las otras culturas de la poca precolombina no parecen haber posedo un sentido tan agudo de la historia como sus contemporneos nahuas, pero representaron otras tantas culminaciones decivilizacin que no pudieron dejar de producir la sorpresa y la admiracin de los que pronto iban a ser sus conquistadores. En el mundo precolombino se desarrollaron, como es sabido, tres grandes regiones culturales, dentro de las cuales nacieron y crecieron formas de pensamiento prefilosfico este pensamiento lleg, como en el caso de la ya mencionada cultura nhuatl, a las expresiones ms ricas yelaboradas. Esto ltimo es lo que se desprende, al menos, de los documentos que han podido llegar hasta nuestros das. Es oportuno recordar los tres grandes horizontes culturales prehispnicos. La milenaria cultura nhuatl tuvo su primer florecimiento en lo que se ha llamado los tiempos teotihuacanos (siglos iv-ix d.n.e.) se continu a lo largo del perodo tolteca (siglos ix-xii), llegando, despus de transitarpor otras etapas (en particular, Culhuacn y Azcapotzalco), al esplendor azteca interrumpido por la conquista de Mxico en 1521. La tambin milenaria civilizacin maya, considerada como la ms brillante de las grandes civilizaciones originarias, floreci entre los siglos iii y xiv d.n.e. y cubri un rea que comprende la pennsula de Yucatn y la zona ms oriental de Chiapas en Mxico, la mayor parte deGuatemala, la regin occidental de Honduras y el territorio de la antigua Honduras Britnica. El perodo clsico de esta cultura se sita entre los siglos iv y x. Cabe igualmente identificar, entre otras, la vertiente yucateca (maya-yucateco) y la quich (maya-quich), esta ltima situada sobre todo en Guatemala y Honduras. Largos siglos de formacin y maduracin consumi la culminacin de la civilizacin andina.Al igual que sus contemporneos aztecas, los incas se basaron en la antigua civilizacin de la regin, que comprenda Per, Ecuador, Bolivia y se extenda por el sur hasta zonas de Chile y Argentina. A lo largo de los siglos, diversos centros culturales tuvieron sus florecimientos en momentos sucesivos en efecto, las races de las culturas andinas preincaicas se pierden en los milenios anteriores anuestra era. Un momento culminante de ese proceso lo constituy el centro de Tiahuanaco en el lado boliviano del lago Titicaca (xi-xiv d.n.e.). Los especialistas han establecido, sobre todo a partir de los descubrimientos arqueolgicos, los contactos e influencias que existieron entre los diferentes focos culturales, no solo dentro de una misma regin o cultura lo que resulta casi siempre ms evidente sinotambin entre las distintas regiones. Tal es el caso de ciertas figuras antropomorfas o de una divinidad felina que se encuentra en casi todos los restos antropolgicos del territorio americano. En ese sentido, Laurette Sjourn ha hecho notar la presencia del tigre humanizado o del hombre-jaguar, que recuerda el parentesco del jaguar con la criatura humana y que aparece en varios de los focos...