nada
La cariz que envuelve al ahora
Me hace evocar la brisa de la mar;
La cual en el tiempo de “estudiante”
Me acariciaba los sentidos en la “realidad”…
Salía a “caminar”- con pasos algo torpes aún-
Eso sí, estos eran cada vez más contiguos con mi “interior”.
Reía con el ceño “libre”, bebía “sin seriedad”
Hasta habían veces, en que laprofundidad de las heridas
Se curaban con las lágrimas que llevaba la misma brisa…
Un joven con esperanza me sabía yo
Pues los colores no eran el día o la noche
Sino cada instante que sacudía mi cabeza
Y así atisbaba flechas invisibles, que volaban,
Apuntando a silogismos, dejando vestigios
Tras los árboles que acariciaba, como quien
Tropieza con las piedrecillas que brillan,
Solitarias, aligual que mi estancia de preguntas
Con preguntas… ¡Era yo y mis minerales!
Destruía el reloj, jugaba con mi tiempo
Pero sin duda: existía –y aún vive- la búsqueda enamorada
Que hace los días, una lucha, para quien crea
Sus respuestas en son de la vida indiscreta
Que concluye con el destino del horizonte que todos ven.
Yo existía en todos los lugares que iba ¡no era un reflejo!
No habíaespejos, la memoria existía y se borraba, eso era nítido
Pues regresaba y me hablaban mis heridas,
Las cuales se curaban con los pétalos que poseía
En mis bolsillos –me sonrojaba tomar de las flores sus hijos,
Pero que más iba hacer, si ellos tonifican mi cuerpo-
No suspiraba por gracia, mis latidos, eran yo,
Y los verdugos del proyecto uniformidad,
No comprendían, miraban recelosos:
Yosé que se alimentan de un aire que solo se conserva,
Pues no agitaban sus alas, y no reían en los charcos
Donde los niños cultivan su inocencia y viven enamorados.
Con el cuadro ya contemplado y las miradas mortuorias
Estigmatizadas, me iba con el vendaval que producía
Mi ira retenida. Pasaba con incandescencia
Y los parpados no se me cerraban –no soñaba-
Mi vida estaba encarnizada y latíaen direcciones
Fugitivas… me conducía al hundimiento, al suburbio
De las Callejuelas tras escaleras olvidadas,
Adoquines –bello trabajo aquél- sudaban y expelían la contingencia
Estos eran besados por el rocío, que se veía más hermoso
Aún, por los faros con sus luces damasco.
¡No había camino! Existían ecos y más ecos inducidores…
De repente te encontrabas con perros callejeros,Con olores lujuriosos y miradas con vidrios en las pupilas.
Eran pasos delicados – yo y mi sudor nos alimentábamos-
Ah, contemplaba yo esa vida desenfrenada
Que a mí me labra ¡yo anhelaba el fuego creador!
El de las más altas temperaturas bajo mis pasos.
Me hacía sonreír –no de nerviosismo- quemando las mendacidades,
Los temores, esas abstracciones que te hacen vibrar
Y terminar lánguidocon pasos en direcciones contrarias.
“Pero ahí estaba el tesoro, me besaba sin darme yo cuenta aún:
Son los besos de la jovialidad, los que a mí
Me hacen vibrar y ser amigo del vértigo… “
Ya no tengo mis labios heridos, aunque mis comisuras
Se ven con algunas manchas; estoy luchando.
Eso me gusta, me hace observar con aplomo mis ojos
Que se redondean y luego caen con cierta malicia,Y el color ¡intacto! es el mismo que besó
Sin tapujos al agónico horizonte, mostrándole
Su inherencia romántica y difícil acceso para el otro,
Estos brillan, como cuales chispas se producen
Con el apremio de la niñez, tal cual me conmueve, que,
Mis mejillas son más rosas y los pliegues de la frente
Son la vigilia que me hace asiduo vividor… Y por ahí
Me colisiono con los cabellos que semandan solos
-Aunque debo ser sincero y decir que el viento es una circe,
Pues me lo desordena con el ánimo de coquetear astutamente-
No sé que hago, pero sigo en mis dibujos, y me toco las cejas
-En silencio- están más pobladas, pero más maduras
–Acaso no tengo ya 22 años- amo tenerlos, pues mi vida sangra
Como la cascada imponente que aturde a quien desconoce su suelo…
“Que...
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