Nada

-¡No no pienso entrar! ¡Es mi vida, y hago lo que quiera con ella! ¿Cuando vas a comprender eso? ¡Tengo 17 años! Y dentro de un maldito mes y medio tendré los 18 años... Así que deja esto de unamaldita vez ya Papá-Gritó, como si la vida fuera saliendo poco a poco. Su padre se quedó callado, mirandola fijamente, mientras suaves y finas lágrimas caían por sus sonrojadas mejillas. Sintió también lamirada preocupada de su madre, y la tibia mano de su hermano pequeño. Y quiso desaparecer, como cada vez que discutía con él.-Me voy, si quieres mañana puedes darme de nuevo la charla sobre laseguridad..-Murmuró, y fijo la vista en los ojos azules de su madre que la miraban con tanta pena contenida que solo quiso correr y esconderse en sus brazos. Pero sabía como se ponía su padre, y simplementese encogió de hombros, dándole a entender que se quedara con él. Luego se giró hacia su hermano y le susurró al oído.-Ve a casa Jake, necesito estar sola...-Fue casi una súplica, y su hermanosimplemente besó su mejilla, y dejo que ella siguiera caminando. Y lo hizo. Y mientras lo hacía, echó de menos todo. En como era su casa hacía dos o tres años. Con ella peleando con Ted, y Jake dandopalmadas de alegría, y corriendo en circulos para marear. Cuando cada uno tenía su día con "Mami y Papi". Las excursiones en el "Grace" , los domingos en familia, y todas esas risas que se habían esfumadocuando Ted se había marchado al Ejercito. Cuando ella había comenzado a salir con sus amigos, y su padre simplemente se oponía. Cuando su madre no podía con todo. Llegó hasta el gran árbol, en que supadre había construido su caseta. Daba justo hacia la costa del Sound, que ahora se sumía en una extraña calma, de ese tipo al que le siguen una gran y descontrolada tormenta. Se ajustó la mochila a laespalda, y comenzó a subir los peldaños hasta llegar al último, que era más grande que los demás, y entró a lo que era su mundo, su secreto, solo suyo. Nadie entraba allí, ni si quiera el equipo de...